El equipo dirigido por la arqueóloga Esperanza Martín comenzará mañana una nueva campaña de excavaciones en la Vía Carisa con el objetivo de hallar un nuevo campamento romano en la zona de Carraceo, además de continuar con el trabajo ya realizado previamente en el entorno de Llagüezos. Una campaña de un mes de duración que, como novedad, tiene el apoyo de la administración castellano-leonesa, que se suma al del Principado.
-¿Con qué ánimo inician esta nueva campaña en la Vía Carisa?
-Con todo el ánimo del mundo, volveremos a este entorno con los trabajadores de ayuntamientos y comenzaremos a abrir, topografiar y metalodetectar (detección de metales). Cuando hayamos avanzado un poco veremos cómo continúa la campaña, porque también está previsto que se hagan vuelos con drones. Los primeros trabajos se iniciarán en Carraceo y después continuaremos por la vertiente leonesa de Llagüezos.
-¿Cuáles son los objetivos que se han marcado en esta campaña arqueológica?
-El primero y fundamental es determinar la naturaleza arqueológica del yacimiento y corroborar que se trata de un establecimiento castrense. A partir de ahí, documentar arqueológicamente la fortificación del recinto y, a mayores, el levantamiento topográfico pertinente y estudiar la cultura material obtenida.
-¿Cuál es la premisa de partida para Carraceo?
-La premisa es que se trata de un campamento romano, pero mientras no haya evidencias arqueológicas no se puede asegurar. No puedes verificar algo hasta que no tengas una prueba evidente.
-Aún así cuentan con una investigación previa que da cuenta de la posibilidad de ese campamento...
-Claro, los campamentos romanos estacionales casi siempre responden a una morfología similar, con terraplén y empalizada; y en el interior habitaban en tiendas de campaña. Todo eso, salvo las tiendas, se aprecia en el relieve, así que incidiremos en la zona de la fortificación para ver si responde a lo que parece ser.
-Es la primera vez que intervienen en la vertiente leonesa, ¿por qué no se hizo antes?
-Por cuestiones económicas. Hasta el momento sólo se había obtenido apoyo económico del Principado de Asturias y de los ayuntamientos. Este año hemos vuelto a tener ese apoyo, pero también se ha sumado Castilla y León. En el pasado había un proyecto con Villamanín, concretamente en 2011, pero se echaron para atrás. Ahora sí que hemos conseguido ese apoyo, tanto de la administración regional como del Consistorio.
-¿Con qué equipo contará esta investigación?
-Está formado por arqueólogos, un mínimo de cuatro, aunque es probable que seamos seis, dependerá de cómo avancen las investigaciones. También estará la coordinación científica a cargo de Jorge Camino, mientras que Montserrat Jiménez se ocupará del aspecto geológico. También estarán los trabajadores que aporten los ayuntamientos, que aún no sabemos el número, ya que depende de ellos, así como los voluntarios que decidan sumarse a la campaña.
-El proyecto cuenta con una financiación de 17.000 euros, ¿es suficiente?
-Aquí se enmarcan también los efectivos humanos con los que contaremos para los trabajos y 4.000 euros se destinarán a la restauración de piezas de las excavaciones. Siempre hace falta más dinero pero, evidentemente, es maravillosos que las cinco administraciones se hayan puesto de acuerdo para continuar este año con los trabajos, porque llevábamos dos años parados.
-¿Qué han hecho durante este tiempo?
-En cuestión laboral hemos hecho otras cosas, pero no hemos dejado de lado la Vía Carisa. Así, hemos publicado una serie de artículos y hemos ido a tres congresos internacionales para que no se relegase al olvido. El año pasado se hizo estudio de la Vía de La Plata gracias a la asociación Ruta de la Plata y se hizo todo el trayecto de la Carisa, de hecho se ha propuesto su incoación como Bien de Interés Cultural. También hemos hecho trabajo de laboratorio y este año se ha publicado el lobro "Las guerras cantabras", que recoge todos los hallazgos, y entre ellos los de la Carisa.
-¿Cree que hay más por descubrir en la Carisa?
-Sin género de dudas, tiene que haber cientos de yacimientos por localizar en los que esperamos se pueda trabajar a medida que aumenten los recursos económicos y tecnológicos.
