IU y Somos han cumplido un año y un mes compartiendo tareas de gobierno en Langreo. Jesús Sánchez Antuña ejerce desde entonces como Alcalde tras una etapa anterior como vicealcalde y concejal de Hacienda (1995-1998) con José María García como regidor de IU. Entró como edil en 1987 y se mantuvo durante doce años en dos etapas en la oposición, de 1987 a 1995 y de 2011 a 2015.
-IU y Somos cumplen un año al frente del gobierno. ¿Ha sido difícil la convivencia?
-Somos dos organizaciones diferentes pero hemos demostrado que llegamos a acuerdos. Que se comparta un gobierno es un signo saludable para la democracia, sobre todo con la situación nacional. Nadie duda de que es un gobierno fuerte y estable, capaz y con iniciativa, pese a los augurios de que íbamos a durar unos meses. Pusimos por encima los intereses de los vecinos de los dictados de los partidos. A partir de ahí, nuestras diferencias, que las hay, tienen un ámbito, que es el del acuerdo de gobierno, y las resolvemos internamente, en ningún caso afecta a los vecinos.
-Cree, por tanto, que ha funcionado bien.
-Yo no soy nadie para poner medallas, pero que me digan un gobierno de coalición que funcione como éste. De los once miembros, diez no tenían ninguna experiencia de gobierno pero eso es también una oportunidad, por ejemplo, para eliminar vicios de funcionamiento. Con ganas y compromiso se demostró que todo se puede superar y los vecinos que votaron cambio lo perciben. ¿Va todo lo rápido que nos gustaría? No. Pero hay elementos que nos permiten anunciar por dónde va ese cambio, como la reorganización de los servicios o la puesta en marcha de la administración electrónica. Hay una parte importante de ayuntamientos que ya trabaja con esos procedimientos, aquí no existía y eso significa no sólo inversión, sino cambios de estructuras y en tareas del personal. Tiene mucho trabajo detrás.
-¿Cuáles han sido las mayores dificultades para gobernar juntos?
-IU es una organización con una historia y Somos era nueva y eso generaba poner en entredicho métodos y planteamientos. A nosotros nos sirvió para reflexionar sobre las formas de actuar y a ellos les permitió conocer experiencias. Y fue positivo.
-Unidos Podemos ganó en Langreo en las pasadas elecciones generales, pero se perdieron votos respecto a los anteriores comicios, en las que se presentaron por separado. ¿Qué lectura hace, sólo nacional o con componente local?
-Creo que es un error mezclar lo que se votó en el ámbito nacional con las cuestiones locales. Estas elecciones fueron una oportunidad perdida para el cambio, pero se avanzó. No nos podemos olvidar de que hace cuatro días había dos partidos que concentraban el 80% del voto y hoy no es así. Hay más pluralidad y eso es bueno para la democracia. Pero quién quiera mezclar los resultados de las últimas elecciones legislativas haciendo lecturas locales se equivoca. La mayoría de la población votó en clave nacional.
-¿Que IU no firmase el acuerdo del carbón influyó en las elecciones?
-No lo creo, pero el PSOE intentó instrumentalizarlo de manera equivocada teniendo la historia que tiene detrás, con José Ángel Fernández Villa, y el famoso comisario europeo, ex secretario general del PSOE, que puso fecha final a las minas. Que el PSOE quiera dar lecciones a IU sobre el apoyo al carbón no es creíble.
-¿Defiende a su partido al no suscribir el documento?
-Sí. La defensa del carbón pasa por la nacionalización y no caer en los mismos errores. Fui a Madrid a apoyar el carbón y a los sindicatos, para mostrar que no estaban solos. Creo el acuerdo tenía que ser diferente.
-¿Qué balance hace de este primer año de gobierno?
-Ha sido un año intenso. Hemos puesto los pilares de lo que habíamos planteado, la necesidad de cambio en el municipio, que incluye la modernización del Ayuntamiento. Antes de llegar había realizado una evaluación de su funcionamiento y me encontré con una situación más complicada de los servicios municipales.
-¿En qué aspectos?
-Era consciente de que había un deterioro importante, pero me equivoqué al cuantificarlo y eso obligó a multiplicar el trabajo. Soy consciente de las quejas que trasladan los ciudadanos y muchas de ellas son completamente razonables. No conseguimos darle un mínimo de calidad a servicios básicos como la limpieza, los parques y jardines, los caminos rurales y los cementerios, pero se están haciendo cambios en estructuras organizativas, en contratación de personal y en mecanización, y más temprano que tarde empezarán a dar resultados.
-En la toma de posesión fijó como una de las prioridades el derribo del viejo cuartel de la Guardia Civil, ¿cuándo se ejecutará?
-Mostré entonces la voluntad de resolver una situación que nos parecía abusiva e injusta porque hablamos de un equipamiento público en ruina con responsabilidad de empresas u organismos públicos y era insostenible mantener esa situación. Nos encontramos con que había un plazo de dos años que nos impedía actuar, que se agota ahora. Por eso enviaremos el requerimiento para darles un periodo de tiempo para el derribo y si no lo haremos de forma subsidiaria. Es una vergüenza mantener el cuartel en la situación en la que está, en el centro de la zona urbana y con esa mala imagen.
-El complejo deportivo de Riaño ha sido un quebradero de cabeza desde que fue cerrado por el Principado en 2010. Tras el anuncio de inversión del Gobierno regional, ¿cree que existirán nuevos obstáculos?
-Desde el principio apostamos por la colaboración institucional y dábamos por hecho, dado que era un compromiso que se había adoptado hace tiempo, que no habría problemas, pero no fue así. Pasó el tiempo, las promesas se fueron diluyendo y llegó un momento en que o tomábamos una decisión de destinar medios propios para la reparación de las piscinas o no se podían abrir. Espero que no sea el ejemplo de lo que le espera a Langreo esta legislatura con el Gobierno regional, porque el director de Deportes y el consejero de Cultura intentaron que este convenio no se firmara.
-¿Pero considera que se arreglará de forma definitiva?
-Sí. Ya nos enviaron los documentos y está previsto aprobar en el próximo pleno la cesión y el convenio.
-La obra civil del soterramiento concluirá en 2017, si se cumplen los plazos, pero queda por resolver quién se hará cargo de la "superestructura ferroviaria". ¿Qué puede hacer el Ayuntamiento?
-El soterramiento se mueve rápido o lento dependiendo de los procesos electorales; si hay comicios rápido, si hay calma electoral, lento. Esta indefinición electoral ayudó a que la obra fuese rápida y ahora mismo todo indica que la obra civil, aunque tarde, tiene una fecha de finalización. Me avergüenza ver esa situación todos los días, pero la vergüenza puede ser mayor cuando tengamos el túnel finalizado si el tren sigue pasando por la vía actual. De no haber acuerdo entre las administraciones regional y central esto puede ocurrir. Podemos encontrarnos con un túnel sin trenes. No es de recibo construir un túnel cercano a los 60 millones de euros y dejarlo sin utilizar. Haremos lo posible y lo imposible para que resuelvan el problema.
-¿Hay plazo suficiente?
-Se necesitaría el acuerdo ya, porque seguro que hay obras que se tendrían que coordinar con quien instale el equipamiento interior del túnel. Estamos en el periodo límite. Muchas de las cosas que se hagan pueden encarecer los costes. Espero que haya nueva etapa en el gobierno nacional y nuevas oportunidades para resolver la situación. No hay mayoría absoluta y hay que negociar.
-¿Cuál es la relación con el Ejecutivo regional?
-Tenemos un Ejecutivo regional en minoría y le cuesta trabajo gobernar. Además, en algunos temas está ausente. Cuando hablé con el presidente (Javier Fernández) le planteé varias cuestiones y no tuve respuesta a ninguna. Por ejemplo, los planes de empleo han generado a este ayuntamiento cerca de 400.000 euros de indemnizaciones por los extrabajadores que han reclamado tras finalizar el contrato. Al final aportamos tanto dinero como el Principado. El Ejecutivo autonómico debe resolver esta situación de manera que los ayuntamientos no carguen con sus errores.
-También analizaron el plan de servicios sociales.
-Langreo es de los ayuntamientos que más aporta, por encima del 60% y subiendo. Somos sensibles, aunque según la ley del PP es de competencia del Principado. Estamos por encima de lo que aporta el Gobierno regional, con 1,8 millones frente a 1,2, lo que genera graves dificultades. En el caso de las escuelas infantiles, pagamos una cantidad muy importante en un proyecto parte de la Consejería de Educación y mientras tanto el Gobierno regional se dedica a resolver no sé qué problemas.
-¿En Sanidad, qué problemas tiene?
-No vamos a demonizar el funcionamiento del hospital Valle del Nalón, pero en algunos momentos no se es suficientemente ágil en la oferta de camas. Si tanto con el plan concertado de servicios sociales como las escuelas de 0 a 3 años se sigue aumentando la aportación municipal y bajando la regional y los planes de empleo son una trampa para los ayuntamientos mi pregunta es: ¿cuál es el papel del Gobierno regional? Hablo de Langreo, pero también del conjunto de los ayuntamientos. Sería importante que el Ejecutivo regional se pusiese a gobernar esta región.
