El Ministerio de Fomento ha intensificado en los últimos días las obras de contención de la ladera inestable de las cercanías de Campomanes. Unos trabajos que están retrasando el avance del proyecto para la entrada del AVE en Asturias por la Variante de Pajares y que contarán con un millón de euros más. Esta última ampliación del presupuesto fue aprobada en el último Consejo de Ministros.
Las obras para la contención del talud se iniciaron en 2010, pero llevaban un tiempo paralizadas a la espera de que se habilitase un nuevo vertedero para depositar el material procedente de los grandes movimientos de tierra que se están llevan a cabo. Finalmente, han conseguido retomar los trabajos, como dan cuenta los propios vecinos de la zona que están viendo estos días un incesante trasiego de camiones para trasladar tierras y rocas.
La ladera de Campomanes fue un foco de problemas desde el mismo momento en que comenzaron las obras de la Variante de Pajares y ya había motivado, en su día, un cambio en el diseño de la autopista de peaje del Huerna. Para evitar ese terreno, los redactores del proyecto cambiaron la traza de la carretera al otro lado del valle, construyendo para ello un gran viaducto. En el caso del trazado ferroviario, expertos que conocen a la perfección el proyecto y las características del terreno también habrían aconsejado salvar la zona. El talud, ubicado en la zona de El Argayón, se mueve unos diez centímetros al año, convirtiéndose en un auténtico quebradero de cabeza para los constructores de la Variante. También ha precisado una inversión adicional al presupuesto del trazado ferroviario de más de 32 millones de euros.
Por otro lado, la actividad en la ladera de Campomanes contrasta con la parálisis que sufren el resto de los trabajos. En este caso, el problema es el desencuentro existente entre el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) y Dragados, la empresa encargada de poner las vías, que reclama más dinero para acometer los trabajos. Este dinero es para la constructora una compensación económica por el retraso que supone el hecho de que en la ladera de Campomanes no esté lista todavía la plataforma ferroviaria para colocar los raíles.
