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Cultura sólo protegerá como jardín histórico el parque Dorado

El parque Dolores F. Duro y el jardín del palacio de los Dorado no se incorporan al Inventario del Patrimonio Cultural

El jardín de la casa de los Dorado de Riaño. FERNANDO RODRÍGUEZ

El parque Dorado de Sama es el único jardín histórico del concejo langreano que ha sido finalmente incluido en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias. Al inicio del procedimiento, otros dos espacios verdes -el parque Dolores Fernández Duro, de La Felguera, y el jardín del Palacio de los Dorado de Riaño- figuraban en la lista. Sin embargo, la Permanente del Consejo de Patrimonio Cultural acordó que sólo formasen parte del inventario los jardines que tuviesen "al menos dos informes favorables de instituciones consultivas y sobre los que sus propietarios no han formulado alegaciones relativas a su nivel de mantenimiento y conservación".

Estas condiciones motivaron que la lista inicial de 50 espacios verdes se redujese a 16. Entre ellos se encuentra el parque de Sama. La Consejería de Cultura solicitó informes a la Universidad de Oviedo, la Real Academia de la Historia y al Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA). También se consultó con la Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio de Asturias (CUOTA), que indicó la calificación del suelo y si el jardín está incluido en el catálogo urbanístico del municipio correspondiente. Tanto la Real Academia de la Historia como el RIDEA remitieron un listado con las zonas verdes que, a su parecer, merecen su calificación como jardines históricos.

El parque Dorado de Sama fue construido a principios del siglo XX con un diseño romántico afrancesado. Los terrenos, que originariamente se encontraban a nivel del río, fueron rellenados tras construir un muro de protección que canalizó el río Nalón. El parque público lleva el nombre de Antonio María Dorado y González, que fue alcalde de Langreo desde 1890 a 1902 y desarrolló una ingente labor urbanística. Fue este regidor el que contrató a Manuel del Busto como arquitecto municipal y le encargó la dirección de las obras del parque, que tiene una superficie de 30 hectáreas.

La Consejería destaca que el jardín "conserva bastante bien su imagen primigenia" y recomienda "seguir con las actuaciones que se han venido aplicando".

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