Los hospitales de las Cuencas clausuran durante este verano cincuenta y dos camas. Todas, eso sí, en el centro hospitalario de Riaño. En el Álvarez-Buylla de Mieres, a pesar de la planificación para reducir veintiocho plazas, no se ha podido acometer ninguna clausura por la elevada actividad quirúrgica y de hospitalización. El del Caudal está entre los tres hospitales de Asturias, junto a Cangas del Narcea y Arriondas, que han mantenido la totalidad de su actividad durante los meses de verano.
No hay respiro ni cuando los vecinos se van de vacaciones. Mieres lleva todo el mes de julio con un alto número de pacientes en planta, además de intervenciones de urgencia y programadas. Esta actividad ha impedido que se clausurar la planta de cirugía este mes de julio, tal y como estaba previsto inicialmente. Es el piso que se reserva para la hospitalización de pacientes que han sido sometidos a intervenciones abdominales y de urología, entre otras.
Los responsables de Sanidad esperaban menos pacientes de trauma durante el verano. Así, la planificación estival para el Álvarez-Buylla de Mieres incluía reunir en una misma planta a hospitalizados de cirugía y trauma. Eso sólo sobre el papel porque, en la realidad, las dos plantas se han mantenido con más de la mitad de ocupación durante las dos últimas semanas. Los planes de Sanidad, por tanto, no han podido llevarse a cabo en el Hospital Álvarez-Buylla.
Y la actividad en los quirófanos también será alta durante las próximas semanas. Según fuentes sanitarias, la programación de intervenciones no ha bajado durante el mes de julio. Una planificación que mantiene las salas con una ocupación muy similar a la del resto de meses del año. De cara a agosto sí se espera una reducción significativa en la actividad del centro hospitalario. "Es el mes en el que el número de ingresos e intervenciones cae drásticamente, así que se espera que este año no sea una excepción", señalaron ayer fuentes de la plantilla del hospital.
De producirse, los responsables de Sanidad no descartan acometer entonces el cierre de la planta que ya estaba previsto para este mes. "Cualquier clausura que pudiera producirse queda aplazada, al menos, durante la próxima semana", afirmaron ayer desde el hospital. El centro de Santullano mantiene clausurada una planta, con cuarenta y ocho camas, desde la apertura del nuevo edificio en el año 2013.
Es la primera vez en años que no se clausura ninguna cama con la llegada del estío. En el Valle del Nalón, sin embargo, han mantenido durante los últimos ejercicios la misma planificación: el cierre de dos plantas, que motiva la caída de actividad entre julio y agosto. En concreto, este verano, se han clausurado dos áreas en la primera y la tercera planta: la primera B y la tercera A.
La primera está destinada a pacientes de cirugías de varias áreas: urología, otorrino y oftalmología. En la tercera ingresan los pacientes de las áreas de neurología y digestivo. "El año pasado la planificación fue prácticamente igual", confirmaron fuentes del hospital de Riaño.
Cada planta del centro del Valle del Nalón tiene veintiséis camas, por lo que la reducción total durante el estío es de cincuenta y dos plazas. La vuelta a la normalidad es progresiva, según explicaron ayer desde el hospital comarcal. Una de las dos plantas, aún por especificar, volverá a abrir al público una vez pase la temporada veraniega. Previsiblemente, a lo largo del mes de septiembre. El otro piso permanecerá cerrado hasta que se registre suficiente demanda en la comarca del Nalón. Esto suele ocurrir, explicaron ayer desde el hospital, en los meses de invierno. Estragos que causa la llegada de la gripe y sus complicaciones.
