El gobierno de Lena (IU) trabaja en elaborar una "exhaustiva" tasa para cobrar a las eléctricas por los terrenos que ocupan con las líneas en el concejo. El proyecto lleva dos años sobre la mesa y se ha demorado porque los responsables municipales quieren "blindar" el acuerdo para evitar un conflicto judicial con las empresas. Tienen un espejo al que mirarse y no les gusta el reflejo: hace algo menos de una década, el Ayuntamiento de Morcín perdió un juicio contra una eléctrica tras intentar poner en marcha un impuesto similar.

"No queremos que el caso se repita en Lena, así que seremos meticulosos en la tramitación antes de llevar al pleno el texto de la tasa", aseguró el alcalde del concejo de Lena, Ramón Argüelles (IU). En la coalición de izquierdas surgió la idea de promover este proyecto, que sí ha dado resultados en otras partes de España. Según Argüelles, "sabemos que hay varios municipios que están cobrando ya y hemos contado con su apoyo y con el de la Asociación de Municipios de Montaña para la elaboración de los documentos". Pero cada territorio tiene sus peculiaridades y, en esos puntos, es en los que se está deteniendo la corporación: "Tenemos que medir muy bien los terrenos que ocupan las líneas eléctricas y valorar con exactitud la cuantía que tendrán que pagar al Ayuntamiento", añadió el regidor.

Los planes del Consistorio pasan por recaudar cerca de 100.000 euros anuales con este proyecto. Según Argüelles, "es de justicia que percibamos alguna compensación tras el mucho daño que se ha hecho a este concejo". El máximo dirigente local hace así referencia al paso de una línea de alta tensión, que se suma a los daños provocados por la obra de la variante ferroviaria de Pajares y la autopista del Huerna.