Un traumatismo, una hernia o una fractura nunca son buenas noticias. Pero si la dolencia llega en verano, puede ser aún peor. La lista de espera del servicio de rehabilitación del área sanitaria del Caudal (conocida como área sanitaria VII) alcanza los tres meses. Pacientes que pasaron consulta la semana pasada, tienen que esperar hasta octubre para iniciar las sesiones de recuperación.

El hospital Álvarez-Buylla de Mieres está viviendo un verano ajetreado. Tanto, que los responsables se han visto obligados a cambiar su planificación sobre cierre de plantas. Estaba previsto que una de las áreas del centro de Santullano, concretamente la de los ingresos por cirugía, se cerrara este mes. Hasta ahora ha permanecido abierta, ante la alta ocupación de las camas. El plan preveía una caída en el número de pacientes de trauma, que permitiría albergar en la misma planta a los ingresados del área junto a los de cirugía (oftalmología, urología y abdominal).

No ha podido ser, hasta el momento. Y esa alta actividad en los ingresos se registra también en otras áreas, como la de rehabilitación. La demora en la asignación del tratamiento está obligando a muchos pacientes a acudir por su cuenta a consultas de fisioterapia privadas, más en dolencias que limitan la movilidad o la actividad diaria de los pacientes. Los profesionales sanitarios intentan paliar la demora en rehabilitación, ofreciendo ejercicios para hacer en casa.

Es la primera vez en las últimas décadas que todas las plantas del hospital se mantienen abiertas, al menos, en el inicio del verano. Sólo los centros de Mieres, Cangas del Narcea y Arriondas mantienen todas sus camas este verano. En el centro Valle del Nalón, en Riaño, se han cerrado al público 52 camas. Las plazas se reparten entre dos áreas del centro. La planta 1ª B, destinada a pacientes de cirugías de varias áreas: urología, otorrino y oftalmología. También la 3ª A, en la que ingresan los pacientes de neurología y digestivo. Cada área de las plantas cuenta con 26 camas.

Los cierres en Riaño son, hasta ahora, los únicos ajustes en las Cuencas. En Mieres, de hecho, se mantiene la actividad en los quirófanos y se espera ajetreo durante los próximos días. Según fuentes sanitarias, la programación de intervenciones no ha bajado durante el mes de julio. Las mismas fuentes aseguraron que la actividad es muy parecida a la del resto de meses del año.

De cara a agosto sí se espera una reducción significativa en la actividad del centro hospitalario, con la llegada de las vacaciones de muchos vecinos. Si se cumple la prevista bajada en la ocupación, añadieron ayer las mismas fuentes, se podrá acometer el plan de cierre de una de las plantas del inmueble de Santullano durante el mes de agosto.

El nuevo Álvarez-Buylla abrió sus puertas en el año 2013. Desde entonces, una de las plantas permanece cerrada al público. Suma 48 camas que nunca han dado servicio y, por lo tanto, no se tienen en cuenta a la hora de marcar los planes de reducción de plazas en época estival. Tras el verano, normalmente, los hospitales vuelven a estar a pleno rendimiento con la llegada del invierno y la gripe.