La tonada ha perdido a uno de sus grandes símbolos. Celestino González, conocido por todos como Tino Arnizo, ha fallecido a la edad de 74 años. Su nombre estará para siempre ligado a la canción asturiana y, en particular, a la modalidad de canto allerano, del que fue guardián durante décadas.

Tino de Arnizo fue en su juventud uno de los grandes referentes de la tonada. Destacó en la totalidad de los concursos regionales gracias a su espléndida voz y se convirtió en un maestro para la generaciones más jóvenes. Su legado brilla con especial fuerza en el ámbito de la canción allerana. Esta modalidad estuvo durante décadas casi olvidada, sin apenas presencia en los certámenes. Fue Celestino González, al frente de un reducido puñado de fieles a este estilo, el que mantuvo la llama viva, logrando finalmente que tuviera presencia obligada en concursos como el de Oviedo, La Nueva y el Cuenca del Caudal.

Tino Arnizo fue incinerado ayer en el tanatorio de Mieres. Natural de Nembra, vivió durante gran parte de su vida en Mieres. En los últimos años ejerció como jurado, junto a Alberto Varillas y Xaime Arias, en el Concurso Cuenca del Caudal de Rioturbio.