-¿Por qué no quiere saber nada de los grandes premios?
-El 80 por ciento de los grandes premios están dados de antemano, es un mundo muy tramposo. Yo viví una experiencia traumática, en 2007, en Valdepeñas. Quisieron crear un gran certamen de poesía, llamado Viajes del Parnaso, con 18.000 euros y publicación en una de las más importantes editoriales. Me llevaron de comparsa con los otros finalistas. Sin haber sido abierto el sobre, las televisiones fueron directas a entrevistar a Luis Antonio de Villena. Entonces le dije al alcalde: "Por qué nos haces esto, no nos traigas o, cuando el premio esté fallado, llámanos para disfrutar de esta cena maravillosa con esta gente de tronío, y venimos". Cuando el galardonado presentó la obra, aún no la había acabado. Terminamos en el Defensor del Pueblo y el concurso se tumbó. Pero, claro, eso lo consigues una vez, generalmente no tienes nada que hacer.
