Ni la niebla ni la lluvia amedrentan a los buenos jinetes. La tradicional carrera de cintas a caballo que centra el programa de la fiesta de Los Felechos, en El Rancho de Mieres, se celebró ayer por todo lo alto a pesar de la adversa meteorología. Los romeros tampoco quisieron perderse la comida y se sentaron en la carpa para degustar sus raciones de cerdo ibérico. La fiesta seguirá hoy y está previsto que el programa arranque con una ruta a caballo al Picu Polio, aunque el recorrido puede variar si la niebla dificulta la visibilidad.

La fiesta arrancó, como cada año, con la música y el olor de la comida en el aire. La organización asó, en esta ocasión, cerdo ibérico a la estaca. Cuando vieron que el cielo se oscurecía, temieron que algunas reservas se cancelaran. Pero no fue así: sirvieron 110 raciones, alguna más de las que tenían previstas. Los responsables de la comisión ya estaban contentos con la respuesta a la hora de la comida, pero aún se sorprendieron más cuando llegó la hora de la carrera de cintas a caballo.

Es el momento más especial de esta fiesta, que ha conseguido su sitio en el calendario veraniego del concejo. Cada verano, reúne en El Rancho a centenares de personas dispuestas a disfrutar del espectáculo que ofrecen los jinetes. Y ayer, a pesar de que la meteorología les jugó una mala pasada, se repitió la historia. Al encuentro deportivo se inscribieron cuarenta participantes, que corrieron sin miedo a nada. Algunos, incluso, compitieron con chubasquero y capucha para evitar que la lluvia les cegara la vista. Los trofeos se entregaron durante el baile de la noche.

La fiesta de Los Felechos sigue hoy, con más caballos y más gastronomía. La salida de la ruta al Picu Polio está prevista para las once, del entorno del área recreativa, sólo si las condiciones meteorológicas lo permiten. Para la hora de la comida han reservado una ración de caldereta ochenta y cinco personas. La comisión agradeció ayer el apoyo a los romeros: "Si llega a salir el sol, no queda un hueco en el prau".