-Más política, industrial, ¿cómo marcha el proyecto de Santa Ana en El Entrego?

-El Ayuntamiento ha mostrado un interés máximo para que en ese espacio puedan instalarse empresas que se inserten en la trama urbana. El problema principal era que la propiedad era de Hunosa, y no siempre ha mostrado el mismo interés. Últimamente sí que hay que agradecer a Hunosa que haya desbloqueado la situación, dando pasos importantes, estamos ultimando trámites para que, a finales de este año, empiecen a poder instalarse empresas en una parte de estos terrenos. Hay que tener en cuenta que vamos a respetar la actividad que se mantiene en la zona, porque el taller sigue funcionando.

-En la cuestión de los servicios sociales, en el concejo hay alrededor de medio millar de familias con necesidad de acudir a repartos de comida... ¿cómo se trabaja para paliar este problema?

-La realidad es que existe una gran necesidad en un amplio sector de nuestra sociedad, y en Asturias tiene especial incidencia en las comarcas mineras, como consecuencia de este proceso de transición de la minería a otros sectores, y a lo que no ha ayudado para nada, y vuelvo a decirlo, la supresión de los fondos mineros. Pese a las dificultades, el gobierno de San Martín, en colaboración con el Principado, no ha recortado ni un euro, al revés, ha ampliado los recursos, los fondos para personas más desfavorecidas. También para becas, para asistencia a mayores... todo ello pese a la supresión de la financiación que ha realizado el Gobierno central, el PP. Aquí en Asturias queremos una salida de la crisis solidaria, pero parece que a nivel nacional el Gobierno no quiere hacerlo así. Y al final quienes lo percibimos somos los ayuntamientos, los que estamos más cerca de la gente.

-A nivel de comunicaciones, ¿qué reivindicaciones mantiene San Martín?

-Hay una mejora sustancial de las comunicaciones por carretera en el valle del Nalón. Aunque tarde, con retrasos, no exentas de polémica, han llegado. Pero hay una asignatura pendiente, que es el ferrocarril. Hay un margen de mejora abismal, y habría que poner el foco en él cara a los próximos años. En Langreo está haciéndose el soterramiento, y esa inversión no puede quedar en saco roto, debe tener una lógica. Y no es otra que mejorar la calidad de los servicios, acortando tiempos de viaje a las zonas claves, a los grandes núcleos. Porque son centros tractores del empleo, es poder vivir aquí y trabajar allí sin problemas. Es una reivindicación para todos los vecinos del valle, pero teniendo en cuenta que las competencias no las tenemos los ayuntamientos, los responsables no somos nosotros. Es nuestro derecho a la protesta.

-¿Cómo va el desarrollo del nuevo centro de salud de Sotrondio?

-Es una reivindicación de la comunidad sanitaria y de los usuarios. Este equipamiento va en los plazos y trámites presupuestarios del Principado, no hay ninguna alquimia ni bola mágica. Hay un paso dado importante, que es que la Consejería de Sanidad ha reconocido la necesidad del nuevo centro de salud, y ha manifestado su voluntad de que en cuanto sea posible, se hará.

-¿Y el punto limpio que se está tramitando?

-Nos permitiría evitar desplazamiento al punto más cercano, que ahora está en Frieres. Esperamos que pueda ver la luz en 2017, aunque bueno, dar plazos ya se sabe, acaba siendo tirar la piedra para arriba y que caiga en la cabeza.

-El plan de limpieza que se ha puesto en marcha no ha estado exento de crítica política, pero ¿cómo se está desarrollando?

-Creemos que todas las inversiones hechas para mejorar estética y urbanísticamente el concejo tienen que ser respaldadas por un mantenimiento adecuado. Hay que verlo limpio. Se ha puesto en marcha el plan, en el que el Ayuntamiento pone más recursos y dinero, pero en el que los vecinos también tienen que tener voluntad de tener limpios los espacios públicos. Buscamos su complicidad, habrá campañas de concienciación para lograr que todo esté más limpios.