Los familiares de presos internos en la cárcel de Villabona reclamaron ayer, en Langreo, la "dimisión" del equipo directivo del centro penitenciario. Denuncian la falta de información a las familias sobre las muertes por sobredosis (siete en año y medio) y sobre ingresos en el hospital de los que "nos enteramos tarde, o a través de otras personas". Afirman que en Villabona "el oscurantismo es total", y que este tipo de "abusos" no ocurren "en otras cárceles del país".

José Manuel Martín, Estela Fernández y José Ángel González, de la Asociación de Familiares y Amigos de Presos "Más allá del Muro", expusieron en Langreo que el colectivo se ha constituido ante "la necesidad urgente de dignificar las condiciones de vida en prisión". Pusieron sobre la mesa problemas tan graves como los de las muertes por sobredosis, que reclamaron investigar "a fondo", así como la falta de información que padecen las familias. El problema llega a tal extremo que, en algunos casos, "ni nos han llegado a comunicar la muerte de nuestros familiares". Es lo que le pasó a José Manuel Martín, cuyo hijo falleció en prisión, y se enteró "cuando me llamó la funeraria para hablar de detalles del entierro. No sabía nada, y de la cárcel nadie me había llamado. Me quedé de piedra". No es el único caso, Estela Fernández también conoció la muerte de su hermano a través de "terceras personas" antes que por la notificación de la prisión.

La asociación, que exige la dimisión de la dirección del centro penitenciario, subraya también que no se informa a los familiares de la salud de los internos. Explican que hay casos extremos, como el de un preso que fue excarcelado con un cáncer terminal y que había pasado ocho días en el hospital "sin informar a la familia". Quien se queja de las condiciones, además, puede sufrir "represión". El colectivo afirma que "se amenaza con el traslado a otra cárcel" si se plantean "quejas a la dirección".

Para los familiares, los cambios en Villabona tienen que ser inmediatos. "Hay un total oscurantismo, la calidad de vida es cada vez más baja, hay cada vez más droga de mala calidad que inunda la cárcel, no hay ya políticas de reinserción que permitan aspirar a una vida mejor una vez se salga... Las condiciones son tercermundistas, y hay que cambiarlo", demandan.