La localidad leonesa de La Vecilla rindió ayer homenaje al lavianés Víctor Fernández García-Jove, más conocido como Víctor Mayo, su veraneante más fiel, que falleció hace ahora un año en esta tierra que era como su segunda casa. La celebración de la fiesta del veraneante en este pueblo sirvió para enmarcar este acto al que acudieron amigos y familiares del homenajeado, como sus hijos Eduardo y Patricia Fernández Cuesta; su nieta Marina Fernández o el colaborador de LA NUEVA ESPAÑA y presidente de la Asociación de Periodistas y Escritores de Asturias, Carlos Cuesta, entre otros.

El homenaje comenzó con un emotivo acto en la Casa Consistorial encabezado por su alcaldesa, Manuela García, que entregó un pergamino en el que reconocían a Víctor Mayo como "veraneante más antiguo de La Vecilla". La regidora hizo una pequeña glosa del homenajeado destacando que "dejó huella en el pueblo, siempre estaba dispuesto a colaborar". El salón de plenos se llenó para acoger este acto en el que también se aludió a la posibilidad de que una de las calles del pueblo lleve el nombre de este hombre que veraneó en La Vecilla durante más de ochenta años.

Tras el homenaje en el Ayuntamiento se celebró un vino español para realizarse, más tarde, la fiesta del veraneante en la que participaron más de ochenta personas, en su mayoría asturianos. Por la tarde tuvo lugar un simbólico cruce de aguas del río Nalón al Curueño. El organizador de este encuentro, Enrique Iglesias, destacó la figura de Víctor Mayo, "que siempre ha estado presente en nuestras vidas".