Dice David Moreno (Caborana, 1976) que el primer año del mandato ha sido "tranquilo". Y eso que se enfrenta, como alcalde de un gobierno en minoría, a la corporación más fraccionada que se ha sentado en el salón de plenos de Aller desde el inicio de la democracia: seis concejales del PSOE, cuatro del PP, dos de Foro, uno de Xente por Aller y otro de AIPA. "Mucho diálogo", afirma, es la clave para llegar a acuerdos. Le apasiona su trabajo en el Consistorio y le gusta el surf, pero pocas aguas tan bravas ha enfrentado como las que encaró en la última campaña electoral. Hubo una sección crítica en la agrupación socialista del concejo, que presentó una lista alternativa sin contar con él. La dirección estatal del PSOE consideró "irregular" la candidatura alternativa. Una época convulsa marcada también por las denuncias de SIPLA, Manos Limpias y el PP contra su gestión. Fue absuelto de todas menos de una demanda, aún pendiente de resolución: la que presentó el PP y respaldó la Fiscalía, por un presunto caso de prevaricación en la adjudicación de subvenciones para las actividades que se ofrecían en el polideportivo de Sotiello.
-¿Considera que es víctima de un complot para desacreditarlo como alcalde?
-Estoy seguro, es una caza de brujas contra mí y hay hechos que lo pueden demostrar. Todo empieza con esa denuncia del Partido Popular sobre la instalación deportiva. Estaba funcionando bajo la misma fórmula desde 2006 y en el PP eran conocedores de todo. A partir de ahí, se abre una veda con agentes tan pulcros como Manos Limpias, que se demostró luego lo que son, y otros sindicatos como el SIPLA. Una central que también juega a la política, haciendo trabajos sucios de brazos políticos. No se entiende muy bien que un sindicato haya hecho a un alcalde pasar por el ámbito penal para explicar por qué se pagaban horas extra a los trabajadores, que realmente hacían una labor necesaria para los vecinos. Es por eso que el juez dictó un auto de diecisiete páginas desmontando todas las acusaciones. Y hubo daños colaterales muy graves, como la imputación del jefe de policía, el jefe de contratación y el encargado de obras. No es justo, esa gente tiene que dedicarse a trabajar como lo hacen. Son tres trabajadores con un historial intachable.
-Aún está pendiente de resolución el caso del polideportivo. Si se abre juicio oral, ¿tendrá que dimitir?
-Se está alargando porque hubo un cambio de juez en Pola de Lena y me imagino que está trabajando en ello de forma meticulosa, como ya hizo con el caso de las horas extra. Si se abre juicio oral, decidiré lo que corresponda en ese momento. Desde mi punto de vista, no tiene mucho sentido que se abra porque no hay que olvidar que a mí se me lleva por el orden penal para hacer ver que hay un ánimo de enriquecimiento extraño. Pero no hay tal cosa, nadie se enriqueció de forma grosera ni ilegítima. El PP lo hizo así porque conoce nuestros estatutos, querían terminar conmigo a través de una imputación y un juicio oral.
-¿Era necesaria esa denuncia?
-Eso hay que preguntárselo al PP. Quizás era el camino que tenían que seguir para pasar, como pasaron, de cinco a cuatro concejales en las últimas elecciones. Lo único que consiguieron fue mantener un polideportivo cerrado diecinueve días, meter en un problema a la entidad sin ánimo de lucro de los monitores y forzar un cambio de gestión que encareció el coste del servicio.
-¿Pensó en tirar la toalla en algún momento?
-Nunca perdí las ganas de trabajar, pero sí de pelear. Hay días que te levantas y piensas si esto merece la pena. No por mí, sino por mi familia. Tengo una nena de siete años que ya se da cuenta de las cosas, y oirá de todo por la calle cuando surgen estas denuncias totalmente infundadas. Oirá quien diga "ese se lo llevó caliente" y oirá quien diga que no. Hay días que piensas si merece la pena todo esto porque, al final, el alcalde es un vecino que eligen el resto de vecinos para que gestione lo de todos. No es un extraterrestre, el alcalde también tiene una vida y siente.
-¿Cuál es su prioridad en este momento del mandato?
-Mi prioridad es que Aller sea un sitio atractivo para vivir. Y, por lo tanto, es necesario generar más empleo y vivienda. El problema es que estamos viviendo la crisis general y la crisis de la comarca minera. El PP está empeñado en aniquilar de forma grosera el carbón, sin alternativas para la reactivación. Quedaron miles de millones de euros que son nuestros por derecho y que no nos quieren dar. La reconversión está incompleta, lo sabemos, pero es que los fondos para esa reconversión también están incompletos.
-¿Es difícil negociar en una corporación con cinco formaciones políticas?
-En el anterior mandato gobernamos en minoría, y conseguimos sacar proyectos adelante. Lo único que cambia ahora, es el número de personas que se sientan en la mesa a negociar. Con diálogo, todo es posible. Nosotros tenemos claro que los acuerdos son fundamentales y cualquiera que lea un acta de un pleno de Aller verá que hay muchas iniciativas que salen adelante por unanimidad o con una holgada mayoría. Gracias a esa forma de trabajar, hemos conseguido sacar adelante acuerdos tan importantes como las ordenanzas de este último ejercicio.
-¿Habrá presupuestos este año?
-Nos gustaría que así fuera, ya que estamos en el segundo ejercicio de prórroga presupuestaria. El problema es que tenemos que cubrir la plaza de intervención, que en este momento está vacante. Esperamos hacerlo de cara al otoño, aunque quizás sea ya tarde para aprobar las cuentas para este ejercicio.
-¿Sigue adelante el proyecto para una segunda fase de vivienda pública en Sotiello?
-La Consejería de Vivienda está trabajando con ello y pendiente de que haya unos Presupuestos Regionales. Se está haciendo de rogar su aprobación pero, en cuanto se consiga, nosotros estaremos pendientes de que se incluya una partida para este proyecto.
-En cuanto al empleo, ¿cómo afectaría el cierre del pozo Santiago al concejo?
-A día de hoy es la empresa que más empleo genera en Aller. La pérdida de esos puestos de trabajo supondrá un impacto brutal, sin hablar de todo el empleo indirecto que genera. La mina genera mucha actividad en el municipio; bares, restaurantes y comercios que viven gracias a la actividad del pozo. El daño será letal. Porque Aller, a diferencia de otros municipios mineros, tiene desarrollado el sector del turismo. Pero, por el momento, por sí solo es insuficiente.
-¿Es la Carisa una pieza clave para el sector?
-Desde luego, la Carisa jugará un papel importante y se acompañará del aula de interpretación en el valle del Río Negro. La investigación de la Carisa va poco a poco. El proyecto se acomoda a la situación presupuestaria que hay. A pesar de que se destinan escasos recursos, hay que decir que son muchos los enclaves que están esperando por presupuestos. Por poco que haya, al menos, la Carisa sigue teniendo pulso. Se trabaja paulatinamente y de forma constante.
-¿Y cómo ve el futuro de Fuentes de Invierno?
-Seguimos pidiendo la inversión que está pendiente; el desarrollo de la zona media, la nieve artificial y la mejora de los espacios para el personal. Tenemos muy claro que la conexión con la estación leonesa de San Isidro es muy importante y parece que ahora, con el nuevo equipo de la Diputación de León, hay acercamientos y avances importantes. Este año va a haber novedades respecto a la gestión conjunta de las estaciones, con forfaits conjuntos. Y seguimos peleando por la conexión física que está por llegar.
-La apertura de la estación en verano también es una antigua reivindicación.
-Sabemos que la dirección general de Deportes está trabajando en el cambio de la Declaración de Impacto Ambiental. Es un documento muy exhaustivo y sujeto a alegaciones, así que los plazos no se pueden acortar. Sabíamos que la tramitación sería muy farragosa, como ya lo fue para la apertura del complejo durante el invierno.
