"Grândola, Vila Morena" es una de esas pocas canciones que tienen la virtud de poner la carne de gallina cuando se escuchan en un ambiente propicio. La escribió el portugués José Afonso y la primera vez que el público pudo oírla fue el 10 de mayo de 1972 en Santiago de Compostela; luego cuenta la historia que ya en marzo de 1974 la casualidad quiso que cerrase con ella un espectáculo de Amália Rodrigues en el Coliseu de Lisboa cuando en el patio de butacas estaban como espectadores varios militares del Movimiento de las Fuerzas Armadas (MFA) que en aquellos días ultimaban los detalles de su alzamiento.
Les gustó tanto que decidieron escogerla como señal de arranque para iniciar la movilización que cambió el país el 25 de abril y cuando llegó ese día fue emitida por Radio Renascença pocos minutos de la medianoche, convirtiéndose desde entonces en uno de los símbolos más identificativos de la lucha por la libertad, que aún sigue cantándose en Portugal.
José Manuel Cerqueira Afonso dos Santos, conocido también como Zeca Afonso, había nacido en Aveiro en 1929 y fue el compositor más representativo en la lucha contra la dictadura de Salazar, a la que ayudó a caer con su canción. Pasó su vida a caballo entre la metrópoli y las colonias africanas del "Estado Novo" y sus constantes enfrentamientos con la censura y la policía política del régimen (PIDE), que lo detuvo varias veces, truncaron su carrera como profesor haciendo que se dedicase en cuerpo y alma a la música hasta acabar convirtiéndose en un símbolo vivo de la democracia.
Hace unos meses el Centro de Música Tradicional portuguesa "Sons da Terra" publicó un librito titulado "José Afonso, andarilho nas Asturias" firmado por el folklorista Mário Correia, divulgador de la música popular de su tierra y habitual de los Festivales Intercélticos que se celebran en varias ciudades del llamado Arco Atlántico, lo que le ha traído en numerosas ocasiones a nuestra tierra.
Este trabajo trata de hacer un recorrido por las visitas que el mítico cantautor José Afonso realizó a Asturias a partir del año 1972, antes de que "Grândola, Vila Morena" le diese fama universal.
Según escribe Correia, Zeca llegó a Asturias acompañando al gallego Benedicto García Vilar, otro cantautor de la época, que había formado el colectivo Voces Ceibes y actuaba habitualmente en ambientes universitarios y en los locales que en aquel momento servían de tapadera para las actividades clandestinas del Partido Comunista con el que colaboraban los dos artistas en sus respectivos países.
Como ya adelantamos, el portugués había actuado en Galicia aquella primavera, estrenando allí su himno y en diciembre los trajo hasta aquí el futuro presidente de nuestra Comunidad, Vicente Álvarez Areces, que entonces también era comunista, para que contactasen con su hermano Miguel, delegado de la Escuela de Comercio de Gijón, donde estaba previsto que actuasen ante los estudiantes.
Así se hizo, y desde allí los dos pasaron después por Oviedo y llegaron hasta Mieres y Sama de Langreo arropados por las Asociaciones de Amigos de Mieres y Amigos del Nalón, que albergaban en aquel momento las inquietudes culturales de todo tipo de muchos militantes de las dos Cuencas, sirviendo a la vez de tapadera a sus actividades políticas.
El libro de Mário Correia se apoya en varias monografías publicadas sobre estos años, citando algún dato curioso extraído de "Clandestinos", de José Ramón Gómez Fouz y de "Cultura popular y lucha por la democracia en Asturias. Asociación Amigos de Mieres (1969-1991)", de Paco Faraldo, de quien recoge la interesante anécdota del fallido viaje de los miembros de la asociación mierense, que fueron retenidos en la frontera cuando intentaron en vano pasar a Portugal para saludar el triunfo de la revolución tras el 25 de abril.
Como prueba de aquella visita quedaron varias fotografías que salpican el texto. Algunas fueron obtenidas durante la actuación en el propio local de Amigos de Mieres y en otras se muestra el buen ambiente que se prolongó después. Así, en una de ellas puede verse a Benedicto preparando una queimada ante la presencia de señalados militantes locales entre los que se reconoce a Quiroga y Pin Torre y en otras el encuentro de hermandad en el desaparecido Bar Polio donde se prolongó el encuentro en el que Zeca se interesó por los numerosos mineros de origen portugués que trabajaban entonces en las cuencas asturianas.
En aquellos contactos con la izquierda asturiana cuajó también la invitación a José Afonso para participar en el "Día de la Cultura", que celebraba su segunda edición en 1973, aunque fue al año siguiente cuando se convirtió en protagonista involuntario porque con la revolución recién estrenada, el público congregado en la carbayera de Los Maizales reaccionó con tal entusiasmo al escuchar los primeros compases de "Grândola, Vila Morena", que la Guardia Civil, que vigilaba el acto desde el exterior no dudó en intervenir dispersando a la multitud.
Mário Correia estuvo en Mieres en abril de 2014 y pudo escuchar el testimonio de testigos que hablan al menos de una segunda visita de Zeca a esta villa, seguramente cuando volvió para actuar en aquella tercera edición del "Día de la Cultura".
Santiago y Pablo Cuervo, quienes también han seguido en los últimos años las pistas de la presencia de Zeca en Asturias, confirman la mayor parte de estos datos con alguna matización, ya que la falta de testigos, hace que resulte más difícil saber nada sobre la actuación de Langreo en aquel 1972, aunque apuntan que alrededor de 1976 José Afonso y Benedicto volvieron a dar por toda la cornisa cantábrica una serie de recitales, en pequeños locales, con poca repercusión mediática.
Después de la Revolución de los Claveles, el cantautor siguió apoyando los cambios revolucionarios y en 1976 dio públicamente su apoyo a Otelo Saraiva de Carvalho en su candidatura para la presidencia de la República. Nunca dejó de cantar ni grabar discos e incluso pocos meses antes de su muerte, ya con dificultades para moverse participó en festivales reivindicativos en Lisboa y Oporto.
Falleció el 23 de febrero de 1983, según sus biógrafos consumido por la misma dolencia neuro-degenerativa que padece el célebre científico Stephen Hawking; aunque resulta interesante consultar la versión que publicó el diario "El País" tras su muerte: "José Manuel Cerqueira Afonso dos Santos (conocido por José Afonso) murió en la madrugada del domingo al lunes en el hospital de Setúbal (Portugal), a los 58 años, tras una larga enfermedad, de la que un médico portugués sospecha que pudo contraer en España al consumir aceite de colza adulterado. La agonía del autor de "Grândola Vila Morena" -la canción que sirvió de contraseña para la Revolución de los Claveles de Portugal, el 25 de abril de 1974- fue larga, amarga, en medio de dificultades económicas increíbles para quien tenía 14 elepés editados y un nombre famoso en todo el mundo. Pero, expulsado de la enseñanza oficial portuguesa en 1968, tuvo que esperar hasta 1983 para ser reingresado y tener derecho a un miserable sueldo de 30.000 pesetas.
Lógicamente no puedo hacer ningún comentario sobre esta reseña, pero sea como fuese, lo importante es que Zeca mantuvo hasta final su postura combativa, rehusó la Ordem da Liberdade, cuando se la ofreció el Gobierno portugués y lo mismo hizo su mujer, cuando volvieron a insistir en atribuírsela a título póstumo en 1994. Sin necesidad de condecoraciones, José Afonso y "Grândola Vila Morena" ya forman parte de la cultura popular.
