La decisión de Hunosa de abordar la compra de un máximo de 110.000 toneladas de estériles para quemar en la central térmica de La Pereda no ha caído muy bien en el seno de los sindicatos mineros, que ven esta operación de la empresa pública como una "muestra más de la dejadez de la dirección" de la compañía estatal minera.

Los responsables del SOMA-FITAG-UGT y CC OO de Hunosa, manifestaron ayer que "se ha llegado a esta situación por la falta de iniciativa de la dirección de Hunosa, y por no atender las demandas sindicales, a la hora de tener más de una escombrera con actividad para poder disponer de alternativas ante un empeoramiento de la calidad del estéril". Esa, la del caída en los estándares de calidad de los desechos de la escombrera de Figaredo, es la razón que los sindicatos entienden que es la que ha llevado a Hunosa a comprar material cuando "ella misma lo tiene". "Es lo que está ocurriendo ahora en la escombrera de Figaredo, explotada con medios propios", explicaron los portavoces de las centrales.

Además, la central exigió a Hunosa, "una vez más, que se comprometa a seguir buscando nuevas escombreras, de entre los cientos que tiene en propiedad en las Cuencas mineras, para ser explotadas también con medios propios". La presidenta de Hunosa, María Teresa Mallada, ya había anunciado en su día la intención de la hullera de abordar nuevos nichos para obtener estériles, precisando que una de las opciones pasaba por la escombrera del pozo Candín, en Langreo.

Los sindicatos criticaron que la decisión de Hunosa de proceder a la compra de estériles "obedece a una mala planificación, que compromete el funcionamiento de la central térmica de La Pereda, instalación que se antoja fundamental para el futuro de la empresa". Además, también lanzaron un ataque directo a María Teresa Mallada. "Por desgracia tenemos a una presidenta que se preocupa mas por publicitar las visitas al Pozo Sotón que en esforzarse en solucionar los problemas que realmente pueden comprometer el futuro de nuestra empresa". Se trata de unos problemas, agregaron las centrales, que radican en "los incumplimientos que venimos denunciando prácticamente desde la firma del plan de empresa en materia de producción, inversiones y proyectos de diversificación". "Este modelo de gestión está llevando a Hunosa a una situación irreversible", finalizaron desde el SOMA-FITAG-UGT y CC OO de Hunosa.

Estas declaraciones se producen un día después de que LA NUEVA ESPAÑA publicase que la empresa pública había sacado a licitación la compra de estériles (materiales con los que están hechas generalmente las escombreras) para abastecer la central de La Pereda. Los planes de Hunosa, a tenor de lo reflejado en las condiciones de la operación, pasarían por adquirir un máximo de 110.000 toneladas durante los dos próximo años. No se especifica, sin embargo, en el pliego el precio por tonelada, que se negociará con el adjudicatario en función de la calidad de los estériles suministrados.

Hasta ahora, la compañía minera alimentaba su planta con los estériles, mezclados con carbón, de la sus escombreras. Comenzó con la de Villallana, en Lena, y una vez agotadas las reservas, actualmente está explotando la de Figaredo, en Mieres. Antes de tomar la decisión de ir a la compra de estériles, Hunosa había manifestado su intención de seguir explotando sus terrenos, en concreto el de Candín, aunque por el momento no se ha abierto esta opción.