La parroquia de Bustillé, en el pueblo allerano de Boo, cerró ayer sus fiesta patronales de San Mamés con una intensa jornada que se abrió a las once de la mañana con un pasacalles. A las doce y media de la mañana tuvo lugar la misa cantada por parte del coro parroquial de San Pablo de la Argañosa en Oviedo, la procesión, y la tradicional puya'l ramu. Los actos religiosos dejaron paso a los más lúdicos, con un concurso de canción infantil y un campeonato de parchís, que se celebraron por la tarde. Tras tres días de fiesta, Bustillé se despidió de San Mamés de una forma muy dulce, con una gran chocolatada.