Ni rastro de la corza que vivió durante cuatro meses en la orilla del río Caudal. Nadie sabe cómo llegó el animal hasta allí y, ahora, todo apunta a que se ha marchado sin dejar rastro. En un escrito de la dirección general de Recursos Naturales, remitido al Ayuntamiento como réplica a la petición de búsqueda y rescate de la corza, el Principado asegura que "desde el día 22, la corza ha dejado de estar presente en el lugar y no se la ha vuelto a ver". El gobierno local (IU) agradece la rápida respuesta.

La historia de la corza "cautiva" en el Caudal se remonta al 29 de abril. Fue entonces cuando unos vecinos dieron la voz de alarma sobre la presencia del animal y se desplegó un dispositivo de rescate. Guardia Civil, Bomberos de Asturias, Policía Local y Protección Civil trabajaron juntos para intentar recuperar al animal. La corza se mostró "muy huidiza" y estaba en un lugar de difícil acceso.

Dos crías muertas

Pasaron días y semanas. El 18 de mayo, la corza parió dos crías. La familia sobrevivía con el pan que les dejaban los vecinos y se habían convertido en toda una atracción, pero tuvieron un triste final. El 11 de junio falleció una de las crías. Una semana después, durante la visita de un grupo de ecologistas preocupados, falleció el hermano.

La corza parecía haber recuperado el ánimo en los meses de verano, después de una temporada en la que se levantaba sólo lo justo para comer. El Ayuntamiento escribió entonces al Principado, para reclamar un rescate coordinado para liberar al animal. La respuesta del Gobierno regional no deja lugar a dudas: si la corza está aún en el río, está muy escondida. Los agentes de la guardería del Medio Rural, no obstante, continúan haciendo controles por si volviese a aparecer.

El gobierno local está ya más tranquilo, esperando un final feliz para la corza. Toda apunta, según los conservacionistas, a que la época de celo la ha llevado de nuevo a su medio natural.