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El urogallo se queda en Sobrescobio

El equipo que gestiona el centro de cría de Redes decide por primera vez no liberar al medio natural sus pollos para aumentar la población en cautividad

Un macho adulto.

Las crías de urogallo nacidas en cautividad hace dos meses no serán liberadas al medio natural para reforzar el plantel de reproductores del centro de cría de Sobrescobio. La Fundación Biodiversidad del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente da por primera vez un paso atrás en su empeño en soltar ejemplares con el fin de aumentar la población de esta especie, en peligro de extinción y estimada en unos trescientos machos en la cordillera Cantábrica. Todos los intentos de reintroducción han resultado inútiles debido a su escasa adaptación al medio salvaje. El equipo del proyecto "Life +" considera ahora que es "prioritario" renovar el stock de reproductores de las instalaciones del parque natural de Redes "para obtener una población amplia de ejemplares en próximas campañas de cría".

"Creemos que es la opción más acertada para el futuro del programa, ya que permitirá rejuvenecer el stock cautivo y aumentar las posibilidades de cruce y variabilidad genética para poder dispersar ejemplares a otros centros", señala el director del proyecto "Life + Urogallo Cantábrico" y subdirector de la Fundación Biodiversidad, Ignacio Torres. Uno de los principales problemas de la especie es la alta mortalidad infantil y las malformaciones con las que nacen algunos pollos a causa de la consanguinidad.

Actualmente, en el centro de Sobrescobio hay un total de veintidós aves, ocho de ellas son pollos (tres machos y cinco hembras). Dos proceden además de la retirada parcial de una puesta del medio silvestre, lo que permitirá, según sus gestores, "aumentar la variabilidad genética" de la población. Ninguna de estas crías será reintroducida durante el otoño, como siempre se hizo con los ejemplares menores.

Según expresa Ignacio Torres, la campaña de cría en cautividad de este año ha sido la que "mejores resultados" ha dado desde que se puso en marcha el proyecto de recuperación del urogallo hace seis años. En los últimos meses nacieron en Sobrescobio nueve pollos, de los cuales no sobrevivió uno, al ser afectado por la bacteria "Escherichia coli" (E.coli), que se encuentra normalmente en el intestino de los animales.

Por ahora, los juveniles basan su dieta en alimentos ricos en proteínas como los insectos, así como en vegetales. Y en otoño empezarán a alimentarse como los adultos, sólo a base de vegetales. "El crecimiento de los pollos es muy rápido y pronto alcanzarán el tamaño de sus progenitores", comenta Ignacio Torres. En estos momentos, los machos pesan en torno a 1,3 kilos y las hembras, 900 gramos.

El proyecto "Life +", que está cofinanciado al 50% por la Unión Europea, finaliza el próximo mes de diciembre, habiendo conseguido mejoras importantes en el hábitat, pero no tantas en la especie. Si bien es cierto que los urogallos en cautividad crecen en número, no sucede lo mismo con los salvajes. Los esfuerzos por introducir crías en la naturaleza no han funcionado. La especie, convertida junto al oso en uno de los emblemas de la fauna asturiana, sigue agonizando.

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