La ejecución del plan de derribos de edificios en ruinas promovido por el Ayuntamiento de Langreo afronta su recta final. El Consistorio prevé culminar a lo largo del presente mes la actuación, que afecta a trece construcciones y se inició el pasado abril. Hasta ahora se han demolido doce de esas edificaciones y en la última de ellas -ubicada en la calle Antonio González Rojo, en Barros- ya se ha vallado el entorno para iniciar los trabajos de inmediato. El plazo estimado para acometer el derribo y dar por finalizado el plan es de una semana, según expusieron responsables del gobierno local de Langreo.

La inversión en estas obras ha sido de 56.365 euros. La empresa adjudicataria del plan, Pro Nalón S. L., rebajó el presupuesto de licitación en un 25 por ciento. Otras siete firmas concurrieron al procedimiento para ejecutar los derribos proyectados. El Ayuntamiento persigue un doble objetivo con el programa de demoliciones. Por un lado se trata de garantizar la seguridad, pero también se busca una mejora estética de los espacios urbanos en los que están las construcciones. La intervención se ha centrado en inmuebles que sus propietarios no han derribado tras ser apercibidos por el Ayuntamiento. El Consistorio se ha hecho cargo inicialmente de los gastos, pero estos costes serán reclamados a los dueños a partir de ahora.

El plan de derribos de edificios en ruinas se puso en marcha el pasado mes de abril, con la demolición de un inmueble de la calle Servando Sánchez Cabricano de La Felguera. Los edificios incluidos en la actuación estaban en La Felguera, Sama y Barros. Otras once construcciones en estado de ruina han sido demolidas en los últimos meses por sus propietarios tras ser requeridos por el Ayuntamiento.

La intención del gobierno local es que, a los trece inmuebles derribados en la primera fase, se unan otros más en un futuro. El primer paso fue identificar las construcciones más deterioradas, que precisaban una actuación urgente e incorporarlas en el mismo contrato de demolición en vez de ejecutar las obras una a una, con el objetivo de abaratar costes. El presupuesto municipal de este ejercicio incluye una partida de 100.000 euros para proseguir con las obras de derribo. A esta cuantía se unen a los 62.000 euros consignados en las cuentas del pasado año para poner en marcha el plan de demoliciones.