El cantante de tonada José García, más conocido como "El Che de Cabaños", recibirá un homenaje de su pueblo el próximo sábado, donde contará con una plaza con su nombre. El homenaje se convertirá en toda una fiesta de la tonada, con la participación de artistas y amigos del Che.
-¿Qué sintió cuando le dijeron que le iban a hacer un homenaje en su pueblo?
-Al principio me sentí un poco violento, porque creo que no me lo merezco, ya que creo que todo el mundo se debe sentir orgulloso del lugar donde nace. Pero no me negué, claro, sobre todo porque son mis vecinos los que lo organizan y me siento eternamente agradecido por ello.
-Van a colocar la placa en una plaza que tiene mucho significado para usted.
-Sí, allí pasé mucho tiempo cuando era un niño. Recuerdo que había un hórreo donde nos resguardábamos de la lluvia y jugábamos a la peonza y a los banzones.
-¿Este homenaje es tan importante como los reconocimientos que ha recogido a lo largo de su carrera?
-Mucho más, aunque grabé discos y gané concursos, que los vecinos de tu pueblo te hagan un homenaje no tiene precio, por eso merece la pena seguir cantando, es como una vez que estuve actuando en Rosario, en Argentina, y me encontré con un señor de Campo de Caso que había emigrado a esas tierras. Me dijo que si sabía la canción de "Viva la gente minera", y yo le dije, claro que sí, y la empecé a cantar. Cuando llegué al estribillo, miré para él y vi que lloraba, casi no pude acabar la canción. Esas cosas son mucho más importantes para mi que grabar discos.
-¿Cuándo empezó a cantar?
-Fue en el año 1965, en el pueblo de Les Pieces, hubo un concurso y unos amigos me apuntaron. La verdad que acabé cantando, pero no estaba formado aún, no estaba para ello. Así que me pasé dos o tres años aprendiendo y me lancé. Ahora cumplo cincuenta años cantando tonada que, para un asturiano, es lo máximo.
-¿Le gustan otros géneros?
-Claro, me gusta la ópera, la zarzuela, el flamenco, el rock? todo, porque la canción es universal, pero la tonada es mucho más que eso para mí. Recuerdo cuando veía a otros cantantes de tonada que venían a Cabaños, cuando tenía quince años, y pensaba que era una gozada cantar a tu tierra, a la ganadería o a la industria. Cuando escuchaba otros géneros, no me llegaban tanto como la tonada.
-¿Por qué cree que le ocurría eso?
-Porque soy nieto, hijo y sobrino de cantantes de tonada. Mi abuelo cantaba algo, pero mi madre, en los años 40, fue la mejor cantante femenina; mi padre siempre quedaba segundo o tercero en los concursos, así que siempre escuché hablar de la tonada en casa. Lo único que nos pasó es que tuvimos una desgracia familiar, mi padre falleció en un accidente de mina en 1950 y hubo un parón con la tonada en la familia. Y eso que mi madre cantaba incluso haciendo las camas, y se escuchaba hasta en Ciaño. Por todo eso, yo tengo que cantar, llegará el día que no podré, pero si no puedo cantar en un escenario, seguiré cantando en los bares.
-¿Por qué decidió llamarse El Che de Cabaños?
-Tenía un tío al que le llamaban el Che, José Luis, pero lo mataron en la Guerra Civil. Mi padre, en honor a su hermano, me llamaba también el Che, y me quedó para toda la vida. Después, cuando me preguntaban que de dónde era, siempre decía que de Cabaños, porque yo creo que eres de donde naces, no de donde paces, como dice el refrán. Podría vivir en Australia, en Alemania, pero siempre sería El Che de Cabaños porque es donde nací, lo llevo con orgullo.
-Además de cantante solista de tonada, ¿ha participado en otros grupos?
-Estuve en el "Coro Santiaguín", en el "Cuarteto Nalón", el "Trío de la toná" y, últimamente, en los "Cuatro ases de la tonada". La música coral es guapísima porque es más difícil que cuando cantas como solista, que puedes cantar a tu aire. Eso sí, tanto con unos como con otros, es un orgullo haber podido estar en escenarios como el Campoamor o el auditorio Príncipe de Asturias.
-¿Se considera defensor de la tonada?
-Siempre he procurado decir que la tonada hay que dignificarla y que se puede hacer de muchas maneras. Primero cantándola bien, no adulterándola, y luego ir madurando y aprendiendo. La tonada tuvo una época muy mala en los años 60, donde sólo se escuchaba a Manolo Escobar y a Antonio Molina, no había manera de escuchar tonada en Ciaño y eso que era un pueblo donde se cantaba mucho. Pero eso pasó porque en esa época vino mucha gente a trabajar en las minas desde Andalucía, y era lo que les gustaba.
-¿Qué opina de la nueva tonada?
-No me considero una persona arcaica, pero hay una fiebre de renovación de la tonada que no entiendo. Ya hubo una persona que renovó la tonada hace años, El Presi, con lo que considero que ya está renovada. Hay que mantener las tripas de la tonada y no desfigurarla, aunque también entiendo a la juventud, que está más preparada y sabe música, y quieren hacer sus pinitos en este mundo y abrirse camino.
