A mediados del siglo pasado, cuando José García todavía no era "el Che de Cabaños", un grupo de niños solía utilizar el lavadero de esta localidad langreana, próxima a Ciaño, como zona de juegos. Uno de ellos era el propio García, que ayer no podía ocultar la emoción cuando giraba la mirada y veía, sobre aquel mismo lavadero, una placa con su efigie y su nombre, reconocimiento a una larga y fructífera trayectoria artística como cantante de tonada. "Aquí mismo yo jugaba a la peonza y a los banzones. Siento un orgullo enorme por recibir este homenaje de mis vecinos de Langreo y de la gente de la tonada; estoy muy emocionado. Hoy es el día más importante y más feliz de mi vida como cantante", aseguró García.

Los actos comenzaron a mediodía en Cabaños, donde se inauguró la plaza dedicada a su ilustre vecino. El homenaje, trasladado posteriormente a Ciaño, contó con la actuación de la Bandina de Gaitas "Trisquel", el Coro Santiaguín y la Agrupación Coral "El Carmen" de Lada. Por la tarde hubo un festival de tonada con Liliana Castañón; José Luis Fernández Álvarez, "El ruiseñor de Langreo; y Avelino Corte, entre otros. La jornada se cerró con un concierto de "Nuberu".

"Han venido cantantes de toda Asturias y de fuera de la región. Hay aquí gente que vive en Madrid, en Cantabria o en Castilla y León. La respuesta de la gente de aquí y del mundo de la tonada ha sido espectacular y me siento muy feliz por todo ello; sólo tengo palabras de agradecimiento para todo el mundo", remarcó García, que también se subió a las tablas para interpretar alguna canción ante la insistencia de los asistentes al acto. Otros cantantes, a pesar de que no estaba programado, también pusieron su voz al homenaje para acompañar al "Che de Cabaños" en una jornada tan especial.

Insignia de oro

Sin embargo, el momento más emotivo del día, junto al descubrimiento de la placa, se produjo cuando a García le fue impuesta la insignia de oro del Ayuntamiento de Langreo. "En ese momento me temblaba hasta la chaqueta porque supone una responsabilidad enorme. Yo soy de Cabaños, de Ciaño, de Langreo y de Asturias y me llena de orgullo representar a mi tierra".

En la misma línea, García -que ha actuado en Argentina, Suiza, Bélgica y Marruecos, entre otros países- expuso que cantar fuera de la región, ante los asturianos emigrados, "es algo que no tiene precio; no hay dinero que lo pague, vale más que cualquier premio o cualquier concurso que puedas ganar. Cuando cantas tonada ante personas que están lejos de su tierra te embarga un emoción especial y también sientes una gran responsabilidad. Si fallas tú también falla el millón de asturianos que llevas a la espalda porque, de alguna manera estás representando a Asturias. Hay que ser cantante, pero también hay que ser paisano", concluyó el intérprete de Cabaños.