-Una de las demandas de sindicatos y ayuntamiento era el traslado de la Escuela de Minas de Oviedo.

-Este es un tema del que ya he hablado muchas veces, creo que haríamos más juntos que separados. Comprendo el planteamiento de esa tradición que tiene la escuela de Oviedo, son buenos compañeros y entiendo su punto de vista y lo respeto, pero es algo que trasciende a lo que nosotros queramos. Es una decisión que jamás tomaremos ni el director de la escuela de Oviedo ni yo, ni siquiera la Universidad. Claro que sería más eficiente, porque tenemos una matrícula dividida en Minas, que unidos daría al grado una mayor entidad.

-Cumple cuatro años al frente de la escuela y se avecinan elecciones, ¿cómo valora esta etapa?

-Hemos trabajado muchísimo y creo que han salido muchas cosas bien y con mucho sufrimiento. El máster ha sido quizá lo que más trabajo ha costado, muchos sinsabores y ganas de tirar la toalla por motivos diversos. El grado de Geomática, lo mismo, fue una decisión rápida para sacar de la UVI a un grado que se estaba muriendo. Ahora se habla del transporte a Mieres, seguimos sin él, pero se habla de ello, hemos dado un paso de gigante con esto, tenemos el compromiso del rector de tomar este asunto en serio y ponerlo en marcha. Hemos participado activamente en la red cientifico-tecnológica de recursos naturales, consiguiendo aunar esfuerzos de todos los investigadores que estamos en el campus, se han empezado a pedir proyectos. También hemos aumentado de manera sensible los Erasmus al campus y los de becas de convenio.

-¿Entonces tiene fuerza para seguir otros cuatro años?

-Claro, creo que nuestro proyecto necesita de otros cuatro años. Por eso me voy a volver a presentar a las elecciones, que serán en el mes de octubre, con muchas ganas, probablemente un equipo renovado si ganamos porque parte de los miembros se marchan por temas profesionales y tenemos otro equipo en marcha de personas con ganas, dispuestos a estar cuatro años aquí.