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El Centro de Nanotecnología diseña un nuevo producto para eliminar la legionela

El compuesto vítreo del CINN se equipara en efectividad a los preparados clorados y no causa corrosión ni resulta tóxico

Lidia Goyos, en el laboratorio del CINN. J. R. SILVEIRA

El Centro de Investigación en Nanomateriales y Nanotecnología (CINN) de El Entrego ha creado un compuesto vítreo que elimina, en menos de 24 horas, las bacterias de legionela. El rango de eficacia de este material es similar a la de los productos clorados que actualmente se utilizan para eliminar la legionela en instalaciones con circuitos de agua y sistemas de refrigeración. Sin embargo, la ventaja del compuesto elaborado por el CINN es que es absolutamente inocuo y no tiene los problemas de corrosión y posible toxicidad asociados a otros productos.

Los ensayos en el laboratorio han sido exitosos. "El nivel de efectividad en la eliminación de la población de bacterias es del 99,999 por ciento, según las pruebas que hemos realizado", indicó Adrián Alonso, responsable de innovación del CINN para añadir a continuación. "Estamos trabajando con un vidrio, pero no como el que uno puede encontrarse en la ventana de su casa. Es un producto vítreo en polvo y con una composición química específica y una concentración de óxidos que dotan al material de sus propiedades antimicrobianas".

La siguiente fase consistirá en desarrollar de qué forma se puede emplear el nuevo producto para su aplicación en instalaciones deportivas, de recreo o industriales. "Ahora tenemos la materia prima, el principio activo por así decir, gracias al trabajo hecho en el laboratorio. Queda por concretar toda la fase de desarrollo del producto", esgrimió Alonso. Este tipo de materiales busca eliminar las bacterias de legionela en lugares con circuitos hídricos en los que el agua está a una temperatura elevada, como piscinas climatizadas o spas. También se emplean en instalaciones donde hay agua vaporizada o en torres de refrigeración de plantas industriales, entre otros usos.

A priori, a la espera de completar la fase de desarrollo y aplicación industrial, el material del CINN podría utilizarse de múltiples formas: como polvo granulado, liberándolo directamente en el agua para eliminar los patógenos; como pintura para recubrir los conductos y erradicar el crecimiento bacteriano; en polvo en suspensión; o formando polímeros para plásticos de protección, entre otras fórmulas.

El vidrio antimicrobiano desarrollado por el CINN ofrece una ventaja sobre los otros materiales, principalmente productos clorados, que hay actualmente en el mercado. Estos elementos suelen causar corrosión en los circuitos, pueden resultan potencialmente tóxicos para las personas que los manipulan y pueden tener efectos contaminantes si son liberados en corrientes de agua. "Los niveles de efectividad de nuestro material en lo que es la eliminación de las bacterias son similares a los productos clorados, pero el producto desarrollado por el CINN es completamente inocuo para la salud de las personas y para el medio ambiente. Ahí reside la principal ventaja", concluyó Alonso.

El CINN es un centro de investigación promovido por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el Gobierno del Principado y la Universidad de Oviedo. Las investigaciones están enfocadas a ámbitos diversos como la medicina, la industria aeroespacial, la construcción, la informática o la automoción.

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