El transporte del carbón de importación hasta las térmicas se ha convertido, según los transportistas, en una auténtica gymkhana. Los profesionales del sector se enfrentan diariamente a la competencia con el ferrocarril, carreteras "impracticables" y, en los últimos meses, la amenaza de piquetes. El mineral que llega al puerto El Musel (Gijón) ha viajado tradicionalmente a través de tres rutas: por el puerto de Pajares con destino a Compostilla y por San Isidro (Aller) o Tarna (Caso) hasta la central de Velilla (Guardo, Palencia).
Los transportistas de carbón de importación realizan, a diario, unos ciento cincuenta portes. Son los datos que ofrece el presidente de Cesintra (Central Empresarial de Servicios Nacionales e Internacionales del Transporte), Alejandro Monjardín, tras consultar los registros de los últimos meses. "Son bastantes viajes, pero a repartir entre muchos profesionales", afirma. Y son menos que hace un año, ya que la importación de carbón cayó en los primeros cinco meses de 2016. Según los datos de la Federación Nacional de Empresarios de Minas de Carbón (Carbunion), al cierre de mayo de 2015 se habían importado 6.715.591 toneladas del carbón. Este año, en el mismo periodo, se superan por poco los cinco millones.
¿Cómo llega ese carbón a las térmicas? El primer obstáculo en la gymkhana del transporte está en El Musel (Gijón). "No estamos a favor del mineral de importación, a nosotros también nos roba ganancias", señaló Monjardín. Cuando el mineral sale de un pozo asturiano, se transporta en camión. Si llega desde fuera, hay otras alternativas: "El ferrocarril se lleva una parte de los portes", destacó el presidente de Cesintra.
Con la carga ya lista en la caja del camión, los transportistas asturianos tienen mayoritariamente dos térmicas como destino: la de Velilla y y la de Compostilla, la primera en Palencia y la segunda en León. El puerto del Tarna era, hasta hace unos meses, la mejor opción para los transportistas con destino Palencia. Pero el paso continuado de vehículos pesados, unido a la "falta de mantenimiento" que han denunciado las patronales en múltiples ocasiones, dejaron la carretera "impracticable", afirmó Monjardín.
Los transportistas empezaron a elegir San Isidro como ruta. Pero esta opción sale más cara: "El viaje se alarga una media de treinta minutos", aseguró el portavoz de una de las patronales del sector en Asturias. En kilómetros: 168 por Tarna frente a 194 por el puerto allerano. El viaje por Pajares hasta Palencia está totalmente descartado, ya que supone un incremento importante en tiempo y recorrido: cuarenta minutos más y 206 kilómetros de distancia.
El puerto lenense es la ruta más frecuentada para llegar hasta la térmica de Compostilla. Habrá una opción más corta, la autopista del Huerna, pero ningún transportista la elige. Según Monjardín, "el alto coste del peaje hace los portes inviables".
A la búsqueda de la ruta más apropiada le surgió, hace unos años, un nuevo obstáculo. El conflicto de la minería puso en el punto de mira a los transportistas. No por el sector, sí por la carga de los camiones: "Creo que algunos políticos han sido muy poco cuidadosos y han ofrecido un discurso que va en contra de nuestro trabajo", destacó Monjardín. Durante los últimos años se han sucedido los encontronazos con piquetes que cortan el paso y, en ocasiones, arremeten contra los conductores y sus vehículos.
Los incidentes han sido muchos, aunque pocos terminaron en visita al hospital y denuncia formal. Hace dos años, en 2013, dos camioneros asturianos resultaron heridos en Villablino. R. O., de Lena, aseguró que había sido víctima de "terrorismo" tras ser atacado por varios encapuchados que destrozaron cristales y rajaron las ruedas de su camión. Algo parecido ocurrió hace unos días en San Isidro, cuando R. I. M. fue atacado por diez encapuchados. Presentó una denuncia ante la Guardia Civil, que está investigando los hechos.
Las patronales del sector, tanto Cesintra como Asetra (Asociación de Empresarios del Transporte y Aparcamiento de Asturias) reclamaron entonces más vigilancia para sus profesionales. La delegación de Gobierno respondió ofreciendo más controles, no sólo por carretera sino también desde el aire. Muchos camioneros optan ahora por supera la gymkhana del carbón en convoyes.
