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Un colegio a media luz

Un error al dar de paso la nueva instalación eléctrica del Jesús Neira de Lena provoca daños y abre un conflicto en Consumo

Rolando Díaz, revisando el cuadro eléctrico del colegio. J. R. SILVEIRA

La instalación eléctrica del colegio Jesús Neira no podía más. Todos los inviernos, se estropeaba. Había apagones, las luces fallaban y la caldera no calentaba. Un lujo que no se podían permitir en el colegio que, desde hace varios años, funciona principalmente con tablets, mini portátiles y pizarras electrónicas. El problema parecía resuelto cuando la Consejería de Educación destinó una partida de 25.000 euros para acometer las obras en la instalación. Terminaron la actuación, pero nunca llegaron a disfrutarla. Un trabajador de la empresa encargada de dar de paso la conexión se equivocó y causó daños muy cuantiosos. El centro sufre ahora las consecuencias y está abierta una reclamación en la Oficina de Consumo.

El director del colegio, Rolando Díaz, lamenta que llevan seis meses sin ninguna noticia de la empresa que, según afirma, ocasionó el desaguisado. La fallida conexión de la instalación supuso un caos para el centro. "Fue un error gravísimo", reiteró Rolando Díaz, que tiene a los operarios del Ayuntamiento como testigos.

Tan grave que dejó al colegio sin wifi ni caldera durante varios días. Además se estropeó un armario de ordenadores y ochenta flexos que acababan de estrenar en las aulas. Cuando se produjo el incidente, aseguró Díaz, el trabajador no les avisó de lo que les esperaba: "Nos dijo que no nos preocupáramos, que para estos casos estaba el seguro", explicó el director del centro.

Once meses. Casi un año tardó en hacer la visita el perito para cuantificar los daños. En ese periodo de tiempo, el centro ya se había ocupado de arreglar la caldera y otros recursos esenciales para la actividad diaria. "Nos dio una cifra inicial que, ante nuestras protestas, subieron un poco", afirmó el director. Pero la diferencia entre lo que han pagado y lo que ofrece el seguro es "escandalosa". Además, aún sufren los efectos: "La caldera funcionaba perfectamente, aunque era antigua, hasta que surgió esto".

La empresa ha asegurado al colegio que no se hará cargo de la diferencia. Además, también reclama al Jesús Neira que embolse la fianza del seguro "porque así lo dice su contrato".

En la escuela tienen previsto afrontar esos costes y, además, han puesto el caso en manos de la Oficina de Consumo. Reclaman responsabilidades a la empresa eléctrica y a la contrata. Además, no tienen previsto abonar las facturas de la luz y amenazan con emprender movilizaciones si no tienen una respuesta. Hasta ahora, de los contactos que han tenido con la empresa, no sacan nada bueno: "Hace dos días, dijeron al responsable de Consumo que si no estábamos conformes, podemos ir al juzgado. Nos lo plantearemos", concluyó Díaz.

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