Al alcalde de Langreo, Jesús Sánchez (IU), no le ha hecho mella la polémica que ha generado el traslado de la Virgen del Carbayu desde el Ayuntamiento hasta la residencia de ancianos que "Mensajeros de la Paz" tiene en Ciaño. Está calmado cuando replica al PP, que el sábado pidió su dimisión por retirar la imagen: "Hay quien tiene nostalgia de los años 50, y hay quien no la tiene", sentencia. En cuanto al resto de la oposición (PSOE y Ciudadanos), que votaron a favor de la moción sobre la laicidad del concejo y ahora se desvinculan de la retirada de la efigie mariana, les pide coherencia: "Luego nos extrañamos de lo que pasó este fin de semana en Ferraz", ironizó.

La moción para incluir Langreo en la red de municipios laicos se aprobó el pasado mes de abril. Sólo el PP votó en contra. El resto de la oposición defiende que en la propuesta no se hablaba de la Virgen. Algo que Sánchez no debate porque, explicó ayer, "la decisión sobre la Virgen del Carbayu no sólo se fundamenta en esa moción, sino también en la igualdad de cultos". Señala, a renglón seguido, que "los vecinos son lo suficientemente inteligentes para entender lo que está pasando con la oposición".

Hay polémica entre todos los grupos pero, si hay una formación que se ha mostrado rotunda, ha sido el PP. El portavoz municipal, Alberto Benito, pidió el sábado la dimisión del Alcalde: "Sabemos que dijo que si la Virgen entraba por la puerta, él saldría por la ventana. Hay que recordarle que la Virgen ya estaba en el Ayuntamiento, así que quizás sobra él". A este punto, Sánchez no replica porque considera que "la afirmación del PP no es una afirmación seria y no merece una contestación".

Sí es serio, desde su punto de vista, que el PP "no respete las decisiones democráticas" del Pleno. "Creo que están intentando mejorar su escasa representación, la más baja de su historia, retomando viejas rencillas". "No creo que ese sea el camino a seguir", añadió. También le habían acusado de ser "reo" de Podemos: "Y yo podría decir que ellos son reos de la ultraderecha".

Lo que más preocupa al Alcalde es que "ningún grupo de la oposición haya denunciado los insultos e intentos de agresión que sufrimos hace unos días". Hacía así referencia al "encontronazo" con algunos vecinos que fueron a entregar 5.000 firmas, el pasado jueves, para evitar el traslado de la Virgen. La Sociedad "El Carbayu" anunció, en este sentido, que las relaciones con el Ayuntamiento quedan rotas. Una decisión que Sánchez lamentó ayer, sin cerrar puertas: "Si quieren volver, aquí estaremos". En la decisión sobre la Virgen parece que no hay marcha atrás: "El sitio para una imagen religiosa es un lugar de culto, sólo así garantizamos los derechos de todos los vecinos", zanjó el máximo dirigente local.