El Sanatorio Adaro fabrica su propio oxígeno. El centenario centro sanitario de Sama -antiguo hospital minero especializado actualmente en la atención geriátrica y las convalecencias prolongadas- ha implantado un sistema pionero en la región para la obtención de gas de uso medicinal, que después se distribuye por el circuito interno que va a las camas de los pacientes que sufren deficiencias respiratorias. El suministro en los centros hospitalarios se realiza habitualmente a través de tanques de oxígeno líquido o de bombonas. En el Adaro, por contra, este gas se obtiene directamente del aire atmosférico del entorno, mediante un sistema de compresores que filtran el oxígeno. La fórmula permite importantes ahorros -de hasta un 50 por ciento- y evita posibles problemas logísticos derivados del transporte de tranques y bombonas de oxígeno.
La tecnología usada es el denominado sistema PSA (pressure swing adsorption) que, a través un mecanismo de absorción por diferencia de presiones, toma el aire atmosférico; lo seca y filtra para eliminar partículas en suspensión, humedad y bacterias; y los hace pasar por un generador de oxígeno. Los tanques empleados contienen una piedra porosa, la zeolita, que filtra el oxígeno y retiene el nitrógeno, ya que sus átomos son de diferente tamaño.
"Hablamos de un sistema en el que la materia prima es el aire del entorno. Es una fórmula barata y eficiente que permite al centro hospitalario generar su propio gas sanitario y obtener ahorros que se mueven en un margen de entre el 30 y el 50 por ciento", explica Fernando Largo, gerente y consejero de Oxígeno Soluciones Médicas (Oxismed), empresa asturiana que distribuye de forma exclusiva en España los generadores de oxígeno para uso medicinal de la compañía danesa Oximat. "El Adaro es el único centro sanitario de Asturias que emplea este sistema. En el mundo hay 3.000 hospitales que utilizan la tecnología PSA, pero la mayor parte están fuera de Europa porque las empresas del sector prefieren seguir suministrando el gas en tanques y bombonas".
La instalación del Sanatorio Adaro cuenta con dos equipos independientes ante posibles averías y una reserva de bombonas complementaria. "En año y medio que llevamos con la instalación no hemos tenido que utilizarlas ni ha habido problemas con el sistema", argumenta Gabriel Menéndez Zorita, gerente del centro langreano, para añadir: "Hace siete años teníamos bombonas y gastábamos 110.00 euros al año en oxígeno. Después pasamos a los tanques y nos costaba 60.000 euros; ahora, con la tecnología PSA, estamos en 30.000 euros anuales".
El coste incluye las tareas de mantenimiento que realiza Oxismed y el alquiler de los equipos, que han supuesto una inversión de unos 80.000 euros, sin contar el acondicionamiento de las dependencias en las que se ubican, según Largo. "Todo depende de la dimensión del hospital. En un centro como el HUCA podrían ser unos 400.000 euros".
Arturo Sánchez, también consejero de Oxismed, indicó que "nosotros ofrecemos un sistema 'low cost' de suministro de oxígeno que es eficiente y requiere unos gastos mínimos de mantenimiento; lo que pasa es que es un mercado poco explorado en España. Ahora hemos contactado con el Principado para presentarles el producto y ver si están interesados en implantarlo".
