Ángel Manuel García Muñiz estaba disfrutando de un día de montaña por el parque natural de las Ubiñas-La Mesa cuando se encontró con una desagradable sorpresa: de un árbol de la localidad de Riospaso pendían, sin vida, un perro y un buitre, este último animal protegido en Asturias. "Me dio un coraje horrible, esto es atentar contra todos los que respetamos a los animales", explicó ayer el hombre. Él dio aviso al Seprona (Servicio para la Protección de la Naturaleza) de la Guardia Civil. La patrulla de Lena ha iniciado una investigación para esclarecer los hechos y, en su labor, los agentes no estarán solos. Los vecinos del parque natural de las Ubiñas avisan que "no participaremos de esto. No seremos cómplices del salvajismo". Este macabro hallazgo se suma a los dos lobos que aparecieron colgados durante el último año, también en el espacio protegido: uno en Tiós y otro en Espinedo.

Ángel Manuel García iba en el coche con un amigo cuando divisó, a lo lejos, lo que parecían dos figuras animales colgando de un árbol: "No podía creerme lo que estaba viendo", explicó ayer. Pidió a su amigo que parara y se acercó corriendo al árbol. "Me dio tanto coraje que los descolgué en el acto". "Luego pensé que quizás lo hice mal, por la investigación, pero es que no podía seguir viéndolos ahí ni un sólo segundo más", añadió. Intentó llamar al Seprona pero no tenía batería, así que tuvo que hacerlo al llegar a casa.

"Me respondieron que irían en el acto para recoger a los animales". Y eso hicieron. La investigación del Seprona de la Guardia Civil se centra ahora en esclarecer la causa de la muerte. Todo indica que el perro pudo morir asfixiado, aunque tenía heridas en el abdomen. El buitre pudo ser envenenado, porque no hay rastro de violencia exterior.

"No es una protesta"

Poco vio Ángel Manuel García cuando los descolgó del árbol. Según explicó, "olían mal, creo que llevaban ya varios días muertos". Especialmente el buitre, añadió, estaba ya medio descompuesto. El hombre lamenta haber encontrado esa "estampa tan lamentable" y culpa de este tipo de sucesos a "los falsos ganaderos, que se pasan la vida critican a la fauna salvaje mientras ellos no cuidan de su ganado". Desde la Asociación de Ganaderos Afectados por el Llobu, como ya hicieron con los lobos que aparecieron colgados, se desligan de lo ocurrido. Añaden, además, que "no es una protesta, ya que el buitre no es un animal problemático en la zona". La población es de unos treinta y cinco ejemplares.

La noticia corrió de boca en boca, y de muro en muro en las redes sociales, cuando Ángel Manuel García, publicó unas fotografías en "Facebook". La representante vecinal del parque natural de las Ubiñas, Auri Villar, supo de lo ocurrido por LA NUEVA ESPAÑA: "Nos parece una atrocidad", afirmó, para añadir que desconocen si el perro era asilvestrado. "Son unos locos". También alertó de que no serán cómplices de "esta barbaridad".

El alcalde, Ramón Argüelles (IU), hizo un llamamiento a la colaboración ciudadana para dar con el responsable o los responsables de los hechos: "Merecen un castigo ejemplar", destacó. En este sentido, hizo hincapié en que "esta barbarie no representa al concejo ni a sus vecinos". El regidor confía en la actuación de los cuerpos de seguridad y los guardas: "Ponemos a su disposición todos los medios del Ayuntamiento", zanjó.