Los vecinos de Zurea dejaron ayer constancia de su malestar por la paralización de las obras de la carretera de acceso al pueblo. Casi un centenar de personas participaron en una movilización convocada para reclamar que las labores suspendidas en agosto se retomen "sin más demora". Y es que la empresa adjudicataria del proyecto dejó la actividad, debido a sus problemas económicos, cuando apenas se había ejecutado una cuarta parte de los contenidos de la misma. "Lo que pedimos es que la constructora retome las obras de manera inmediata o, en caso de que no esté en condiciones de hacerlo, el Principado licite de nuevo el proyecto con la máxima urgencia", apuntaron los vecinos.

La carretera de Zurea está prácticamente igual que antes del inicio de los trabajos. Las cunetas siguen igual de profundas, el firme lleno de baches y muchos tramos están llenos de gravilla: "Lo que no queremos es que debido a los problemas que ha tenido la empresas nos encontremos con una nueva espera de un año", puntualizaron ayer los portavoces de esta localidad lenense. Los usuarios no quieren más demoras. "Llevamos doce años esperando por estas sobras y lo que pedimos es que se ejecute el proyecto. Además, en su momento ya dijimos que no cubría todas las mejoras que en realidad necesita la calzada".

Los vecinos cuentan con el respaldo del Ayuntamiento de Lena: "Es lamentable que unos vecinos que llevan tiempo esperando por una obra en la carretera la vean ahora paralizada por los problema de la empresas adjudicataria", señaló ayer el alcalde, Ramón Argüelles. "Es necesario que se busque con urgencia una solución para que se pueda culminar lo antes posible el arreglo de la carretera", añadió.

La actuación está financiada por la Consejería de Fomento, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente y consiste en una mejora integral de la calzada en la LN-7. Se destinaron a las labores algo más de 200.000 euros. Las críticas de los vecinos son muchas. Aseguran que la carretera no está mucho mejor que al inicio de las obras. La principal preocupación del pueblo son las cunetas. Según explicaron "son muy profundas y, si las dejan así, se producirán accidentes. Si un coche cae ahí dentro, habrá que sacarlo con una grúa".

La mejora de la carretera de Zurea ha estado inmersa en la polémica desde un primer momento. El pasado mes de mayo, tras varias movilizaciones, Carreteras asumió la necesidad de ampliar la actuación para dar respuesta a las demandas de los usuarios. Así, se habían comprometido a extender la cuneta en algo más de 1,7 kilómetros (dejando 700 metros sin cuneta) y a dar un ancho a la carretera de 4,9 metros. Sin embargo, "no se ha completado el proyecto", afirman molestos los vecinos, que ayer se echaron a la calle en señal de queja.