El tren minero de Hulleras de Riosa comunicó desde 1920 y durante décadas Mieres y Morcín a través de un bello trazado agreste que avanzaba entre túneles, bosques de castaños y murallas de roca caliza transportando, primero carbón, y más tarde también personas. En 1995 este olvidado recorrido fue recuperado, al menos en parte, y actualmente está vertebrado por una senda verde, fracturada únicamente por la cantera de Peñamiel. El Museo del Ferrocarril de Asturias, con sede en Gijón, ha elaborado un estudio que contempla aprovechar este enclave con la puesta en marcha de un ferrocarril histórico.

La iniciativa se dio a conocer ayer y cuenta con dos padrinos. La Asociación cultural "Los Averinos" de Loredo y el Ayuntamiento de Mieres respaldan el proyecto, que de momento no deja de ser una idea apoyada en un estudio. Ahora bien, el objetivo a largo plazo es hacerlo realidad: "El primer paso que daremos será impulsar la creación de un consorcio que asuma el desarrollo del proyecto", destacó ayer el concejal de Cultura, Juan Ponte (IU). Este anuncio se hizo en presencia del director del Museo del Ferrocarril de Asturias, Javier Fernández López, y de varios miembros de la asociación "Los Averinos", que hoy abren al público una exposición dedicada al ferrocarril Vasco-Asturiano que podrá ser visitada en la Casa de Cultura "Teodoro Cuesta" hasta el próximo 27 de octubre.

El estudio realizado refleja que la ambiciosa actuación es viable "tanto técnica como financieramente". Ahora bien, ninguna de las partes implicadas quiso ayer poner los vagones delante de la locomotora. Durante un acto celebrado en el consistorio mierense, Javier Fernández recalcó que "es una actuación que se plantea a largo plazo y para la que habrá que buscar algún tipo de mecenazgo; pero desde luego no es una quimera". El director del museo gijonés señaló que "un tren turístico en esta vieja trinchera abre grandes potenciales turísticos, ya que nos encontramos ante un enclave de gran valor ambiental y también industrial".

El estudio ve posible que un tren de principios del siglo pasado recorra los casi diez kilómetros que separan a La Pereda, en Mieres, de la Foz de Morcín. Actualmente el trazado es una senda peatonal dividida en dos tramos separados por la citada cantera de Peñamiel. "Se trata de un obstáculo perfectamente salvable", indicó Javier Fernández. El recorrido está salpicado por once túneles incrustados en crestones calizos y envueltos en una frondosa vegetación. "En próximas fases del proyecto se valorará la financiación necesaria, pero el primer paso ya está dado con el estudio y el siguiente será la puesta en marcha de un consorcio", subrayó Juan Ponte.

Recuperar el trazo ferroviario entre Mieres y Morcín con un recorrido turístico en un viejo y humeante convoy de hierro y madera es algo que hasta ahora no se había valorado. Desde ambos concejos, se viene reclamando desde hace años que se acabara con la obstrucción que la senda peatonal presenta en Peñamiel, pero la reivindicación se ha elevado a un nivel mucho más alto. Los detalles más concretos del estudio realizado por el Museo del Ferrocarril se darán a conocer en los próximos días.

De momento, lo que se podrá visitar durante los próximos días es la exposición sobre el ferrocarril Vasco-Asturiano impulsada por "Los Averinos". "Es una oportunidad para que los viejos recuerden este legendario servicio y para que los jóvenes lo conozcan", señaló Celso Fernández, presidente de la asociación.