La Fundación Andreu Nin celebró ayer un homenaje a la revolución de Octubre del 34 en Mieres, el único acto en Asturias para recordar "el último movimiento revolucionario obrero", explicaron ayer desde la organización. Ernesto Burgos, historiador y colaborador de LA NUEVA ESPAÑA, presentó el encuentro. La cita incluyó una ofrenda floral en el monumento que se levantó en la Villa para homenajear a todos los participantes en aquella revolución. El hijo de Manolé Grossi, líder de la revuelta, envió un ramo de flores.