La imparable proliferación de las plantas conocidas como plumeros de la Pampa (Cortaderia selloana) está ocasionando graves quebraderos de cabeza a muchos ayuntamientos. Avilés, por ejemplo, ha solicitado a los propietarios de terrenos con "plumerales", aunque con poco éxito, que procedan a su erradicación, ya que se trata de matas invasoras y prohibidas en España. Lejos de compartir la inquietud por esta problemática, el Ayuntamiento de Mieres se dedica, según los vecinos, a "cuidar" estos arbustos, que no sólo se pueden encontrar en zonas públicas del extrarradio, sino también en parques del centro de la ciudad.
Los plumeros de la Pampa adornan los jardines de Vega de Arriba desde hace muchos meses. Hay tres grandes matas localizadas: "Pedimos abiertamente que los quiten, ya que no somos expertos, pero si están prohibidos será por algo", señala José Manuel González "Maneli", presidente de la asociación de vecinos. "Resulta que los operarios municipales se dedican a podarlos y lo que hacen es que crezcan con más fuerza, cuando lo que se necesita es que se arranquen de raíz". Los vecinos no entienden que el Ayuntamiento le esté dando a estas agresivas plantas el mismo tratamiento que a la flora ornamental que hay en el barrio. "En su momento ya tuvimos un problema con las mimosas y costó mucho eliminarlas", remarca González.
Vega de Arriba no es el único espacio público que cuenta con la presencia de estas temidas plantaciones. De hecho, agentes de la Policía Local emitieron en su momento un informe sobre su proliferación en el concejo. De momento, y pese a que han pasado meses, no se han tomado medidas correctoras.
Los plumeros de la Pampa son perfectamente visibles en diferentes puntos del concejo. Por ejemplo, hay varios en las zonas verdes anexas al paseo fluvial del río Caudal, concretamente en las inmediaciones de El Pedroso, a la entrada del valle de Cuna y Cenera. También habitan en diferentes puntos de Turón, siempre en espacios públicos. Y eso que la legislación vigente es muy contundente. Así, está prohibida la tenencia de "plumeros", y cualquier persona o entidad que los tenga en su propiedad está obligada a su retirada. Lógicamente esta norma afecta también a las administraciones públicas. El principal problema que presenta esta planta invasora es que su capacidad de arraigo es tal que se requiere una labor anual para erradicarla realmente. En caso de que la eliminación de las plantas no fuera posible, la competencia final es del Principado.
De momento, el Ayuntamiento de Mieres no ha tomado ningún tipo de medida para erradicar estas problemáticas plantas invasoras. Y eso que la Policía Local ha detectado su proliferación y ha puesto los hechos en conocimientos de los servicios municipales competentes. Mientras, la preocupación entre los vecinos va en aumento.
Se trata de una planta de gran tamaño, pues los plumeros, que florecen de julio a octubre, pueden llegar a alcanzar los tres metros de altura. De hecho, ese es el tamaño que tienen actualmente los que se encuentran en los jardines del barrio de Vega de Arriba. Las raíces laterales llegan a medir dos metros, con unos 3,5 metros de profundidad, con lo que una sola planta ocupa un volumen de suelo que puedan rondar los 30 metros cuadrados. Proliferan en zonas como la costa cantábrica debido a sus condiciones de humedad.
