La investigación sobre el accidente del pozo Emilio del Valle de Santa Lucía (Pola de Gordón, León), ocurrido hace justo ahora tres años y en el que perdieron la vida seis mineros -uno de ellos, José Luis Arias, de Pola de Lena-, tardará al menos otro año y medio en cerrarse. El Juzgado de Instrucción número 4 de León, a petición de la Fiscalía, ha declarado "el carácter complejo" de la instrucción. Al tiempo de investigación hay que sumar el juicio oral, lo que podría retrasar la sentencia hasta finales de 2018. Los familiares de los fallecidos exigen dar prioridad al procedimiento: "Llevamos tres años esperando por la verdad".
El suceso ocurrió el 28 de octubre de 2013, por la tarde, en el "macizo 7" del pozo Emilio. Allí estaban trabajando José Antonio Blanco, Carlos Pérez, Manuel Moure, Orlando González, José Luis Arias y Roberto Álvarez. Ellos murieron y otros cinco compañeros, uno de ellos natural de Turón (Mieres), resultaron heridos de gravedad. Hay dos informes periciales que ya están sobre la mesa desde hace dos años: de la empresa Hullera Vasco Leonesa (responsable de la explotación) y del grupo de investigación de la Comisión Regional de la Minería de Castilla y León. Las versiones no son coincidentes.
Los técnicos de la Vasco afirman en el documento que el accidente se produjo por "una emisión súbita de metano procedente de la cámara de surtiraje o postaller". Este suceso fue "imprevisible en su magnitud y consecuencias". También indicaron en el documento que se cumplían las condiciones de seguridad recogidas en la normativa vigente y que, en el momento del siniestro, los trabajadores llevaban puesto el autorrescatador (dispositivo que permite respirar de forma autónoma al minero en el caso de una fuga de grisú). No llegaron a utilizarlo, según el citado documento, debido "a la rapidez del escape".
En la rapidez de lo ocurrido coinciden las dos partes. Pero desde Minas apuntan a "un colapso brusco y posterior hundimiento de una bóveda cargada de carbón en una zona con gas metano". Dos fenómenos que se produjeron, según el documento, "casi al mismo tiempo". La consecuencia fue fatal: el contenido de oxígeno en el macizo bajó "de forma instantánea" hasta el uno por ciento.
La investigación es complicada. Según explicaron fuentes conocedoras del caso, aún está pendiente la presentación de un tercer informe que reclama la acusación. Además, la titular de la sala número 4 de León necesitará conocer las secuelas que dejó el accidente en algunos heridos, según informaron desde las familias. Estos dos cabos que aún quedan por unir, retrasarán el tiempo de instrucción. Por el momento, ante la jueza, han declarado ya los dieciséis directivos de la Vasco que fueron imputados por el accidente. También compañeros de los seis fallecidos en el pozo Emilio del Valle.