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El Principado abandonará el viejo hospital de Mieres tras una subasta de sus antiguos equipos

La venta del material de Murias se abordará en diciembre y el edificio, sin ningún proyecto de uso, retornará a la Seguridad Social, responsable patrimonial

Las instalaciones del antiguo hospital comarcal de Murias, sin actividad desde mayo de 2014. FERNANDO GEIJO

El viejo hospital de Murias quedará vacío antes de finales de año. La Consejería de Sanidad tiene previsto sacar a subasta el material que aún permanece en el edificio, sin actividad desde mayo de 2014. La venta pública está prevista para mediados de diciembre. Los planes de la administración regional pasan por liberar definitivamente las instalaciones para su inmediata cesión a la Seguridad Social, propietaria del antiguo Álvarez-Buylla.

El Servicio de Salud del Principado (Sespa) ya ha informado al Ayuntamiento de Mieres de que pretende subastar los equipamientos que en su momento quedaron en Murias. En principio, se pondrán a la venta dos lotes. Uno se centrará en el mobiliario que no fue trasladado al nuevo hospital de Santullano. Incluye camas y numeroso material de oficina y de servicio. El segundo paquete es más valioso, con diversos equipos médicos como, por ejemplo, viejos escáneres. La subasta, salvo imprevistos, será a mediados de diciembre. De esta forma, el Principado podrá proceder a principios de 2017 a la devolución del inmueble a su propietario. A lo largo del primer trimestre, según la hoja de ruta, el antiguo centro sanitario quedará en manos de Seguridad Social, que deberá tomar una decisión sobre el futuro del inmueble.

De momento, la empresa privada contratada por el Principado para velar por las instalaciones sigue custodiando el complejo las 24 horas del día para evitar robos. Y es que en el interior de los edificios aún quedan equipos sanitarios y algunos "materiales de valor". En concreto, el Sespa nunca ha especificado el tipo de equipamientos que permanecen en el inmueble, en parte, para evitar "generar tentaciones" entre los cacos. Y es que los propios profesionales que se encargan de vigilar el enclave desde hace más de dos años reconocen que con frecuencia detectan "movimientos sospechosos" de coches y furgonetas.

La intención inicial del Gobierno regional era suspender el servicio de seguridad a finales de 2014. El viejo hospital quedó fuera de servicio en mayo de ese año, aunque durante un tiempo siguió albergando el archivo médico. Hace meses que las instalaciones están sin ninguna actividad. Las dependencias de Mieres, una vez vuelvan a depender de la Seguridad Social, se enfrentaran a un periodo de incertidumbre, con un alto riesgo de caer en un periodo de decadencia y deterioro. El problema que parece más acuciante es el de seguridad. El Principado ya informó en su momento al Ayuntamiento de Mieres de que, una vez quedara el inmueble sin actividad, procedería a tapiar todos los accesos para evitar robos y actos vandálicos. Pero el gran problema subyacente es la falta de proyectos para que las instalaciones vuelvan a tener algún tipo de actividad. Las administraciones públicas no han planteado ninguna propuesta clara a la hora de buscar actividades que tengan cabida en las antiguas dependencias sanitarias.

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