Cuando en España se pronuncia el apellido Nadal, a todo el mundo le viene a la cabeza ese tenista balear, campeón de todo. Sin embargo, en los ámbitos mineros, aún provoca escalofríos. Y es que el Secretario de Estado de Energía con el exministro José Manuel Soria comparte apellido con el deportista, aunque Alberto Nadal, no despierta tantas simpatías entre los dirigentes sindicales y empresarios del sector. Ahora, Mariano Rajoy ha decidido que sea otro Nadal, Álvaro -hermano gemelo del secretario de Estado, quien por ciento también entró en las quinielas para el puesto- quien se encargue de tutelar las políticas de Energía, entre las que se encuentra el futuro del carbón.
El nuevo ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital tendrá sobre la mesa -si se toma esa decisión política- la difícil papeleta de sacar del pozo a un sector que durante décadas fue el principal motor industrial de España y que a su vez, supone la única fuente de energía autóctona del país. Madrileño, nacido en 1970 y unos minutos antes que su gemelo Alberto, Álvaro Nadal es un hombre de la total confianza de Mariano Rajoy. No en vano, ha sido el director de la Oficina Económica de la Moncloa durante los últimos cinco años, un puesto en el que se ganó la confianza del líder popular, que ha decidido hacerlo Ministro. Aunque su formación y su experiencia podrían haberle enviado directamente a alguno de los ministerios más económicos, Rajoy ha optado por no tocar a dos de sus pesos pesados, como son Cristóbal Montoro (Hacienda) y Luis De Guindos (Economía).
Por ello, el mayor de los Nadal, licenciado en Derecho y en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Pontificia de Comillas, y doctorado en Economía en la Universidad de Harvard, se las verá con asuntos ciertamente peliagudos en materia energética, no sólo con el carbón, sino también con el desarrollo de las energías renovables o la apuesta o no por las centrales nucleares, o la tarifa eléctrica. Álvaro Nadal, el nuevo Ministro, podrá preguntarle a su hermano cómo se las gastaban en el sector del carbón. Y es que ante la pasividad demostrada hacia la minería por José Manuel Soria, mucho más pendiente del sector turístico que del industrial, fue precisamente Alberto Nadal, Secretario de Estado de Energía, el que tuvo que lidiar con la mayoría de los asuntos referentes al sector extractivo.
Álvaro Nadal ya tiene sobre la mesa la primera carta de los sindicatos mineros, pidiéndole una reunión para analizar el sector y reclamándole la convocatoria urgente de la Comisión de Seguimiento del Plan del Carbón. Una hoja de ruta que apenas se ha cumplido y que ha llevado al sector a la peor situación de su historia. Cientos de trabajadores afectados por regulaciones de empleo y empresas atravesando concursos de acreedores o liquidaciones son el panorama al que Nadal va a tener que poner solución. Las normativas de la UE, que obligan a cerrar las minas que no devuelvan las ayudas el 31 de diciembre de 2018 debe de ser el otro asunto prioritario; al igual que la reactivación de las Cuencas.
Acaba de aterrizar en el círculo de la Energía. Su tocayo tenista tardó poco en ganarse al público y en dominar el circuito tenístico. Ahora Álvaro Nadal no tendrá mucho margen para hacer lo propio si quiere que las comarcas mineras no queden condenadas a ser mera tierra batida. Si es que así se quisiera.
