El Caudal Deportivo volverá a jugar en el Hermanos Antuña bajo los focos de las torretas de iluminación 8 meses después de la última vez que el estadio sufriera su último apagón. Lo hará ante el Guijuelo, el domingo, a las seis y media de la tarde, y aunque las obras de mejora y reparación del sistema eléctrico del campo aún no han concluido, la empresa encargada de los trabajos ha garantizado el suministro para que el encuentro pueda disputarse en ese horario, condicionado por la retransmisión televisiva.

"Lo prioritario es tener listas las torretas para el domingo y es en lo que los operarios está trabajando a marchas forzadas", señalaba ayer Roberto Ardura, presidente del Caudal Deportivo. El mandatario explicó que la empresa baraja varias alternativas para garantizar el suministro, incluso la instalación de un generador que garantice el funcionamiento de la iluminación. "Las obras deberían de haber estado ya listas, pero un problema en la adjudicación por ofertas con bajas temerarias provocaron un ligero retraso", explicó el presidente caudalista.

"Ahora mismo se está cambiando toda la instalación que está dañada y se van a hacer pruebas desde mañana -por hoy- hasta el viernes y esperemos que no haya ningún problema", señaló Roberto Ardura, que confesaba que la federación ya le ha advertido en varias ocasiones de que se podrían enfrentar a una sanción si hay que detener de nuevo un partido por culpa de un apagón.

El Caudal Deportivo llevaba ocho meses sin jugar en un horario en el que fuera necesario encender las torretas del Antuña. El 15 de febrero pasado, en un choque contra el Siero, fue la última vez que el sistema eléctrico se vino abajo, aunque sólo provocó un parón momentáneo. Anteriormente, las torretas habían dejado de funcionar en otras ocho ocasiones, tanto en Segunda División B como en Tercera.

La maldición de las luces del Antuña comenzó en 2011. En aquel encuentro, el Caudal recibía, en Segunda B, al Alavés. Paradójicamente, la luz se fue con 1-0 para los locales, que se apagaron con las torretas, ya que el conjunto vasco remontó hasta el 1-2. Desde entonces, Candás, Real Oviedo, Cultural Leonesa, Lenense, Sporting B, Tuilla y Siero sufrieron la maldición de las torretas. También la final de Copa Federación de 2015, entre Marino y Tuilla, se tuvo que parar por la averías eléctricas.