Agentes de la Guardia Civil, la Policía Nacional y los Mossos d'Esquadra han detenido en una operación conjunta a los cuatro integrantes de un grupo criminal -tres de ellos hermanos- acusados de atracar sucursales bancarias en todo el territorio nacional. Los arrestados, con múltiples antecedentes, entre ellos homicidios, se encuentran en prisión preventiva. Entre los delitos que se les atribuyen se encuentra el del atraco a la sucursal que Liberbank tiene en la localidad mierense de Ujo, y que se llevó a cabo el 25 de julio.

Además del de Mieres, a este cuarteto de atracadores se les atribuyen otros ocho delitos cometidos entre febrero de 2015 y el pasado mes de octubre. Los hechos se produjeron en pueblos a lo largo de toda la geografía española, en las provincias de Castellón, Tarragona, La Rioja, Cáceres, Cuenca y Albacete. Los arrestados son cuatro varones de nacionalidad española, con edades comprendidas entre los 43 y los 62 años.

En el caso del atraco de Mieres, este se produjo en Ujo, en torno a las dos de la tarde del pasado 25 de julio. Entonces, dos hombres, vestidos de pintores, asaltaron a punta de pistola la sucursal. Mantuvieron retenidos en el interior de la entidad, durante más de diez minutos, a una empleada, a un becario y dos clientas. Su error fue intentar amedrentar a un tercer cliente, que llegó para sacar dinero y terminó empujando a un hombre armado y llamando a la Guardia Civil. Huyeron en coche, un Ford Mondeo de color blanco.

Ahora, dos de las detenciones se llevaron a cabo en la localidad albaceteña de Pozo Cañada, donde se intervinieron dos armas de fuego reales durante los actos preparatorios inmediatos previos a la comisión del atraco a una sucursal bancaria del municipio de Torraba, de esa misma provincia.

De forma simultánea, se ha detenido a los otros dos integrantes de este grupo criminal en la ciudad de Zaragoza. Dada la "peligrosidad" de estas personas, se contó con el apoyo de la Unidad Especial de Intervención (UEI) de la Guardia Civil, según explicó el coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Castellón, Miguel Fresneda.

Además de esta detenciones, se han practicado tres registros domiciliarios en la capital zaragozana y se han intervenido dos vehículos que estaban siendo utilizados para la comisión de los atracos, así como numerosas prendas de ropa y accesorios que eran usados para la caracterización de los presuntos autores, cuyo objeto era dificultar su posterior identificación.

Los detenidos cuentan con numerosos antecedentes, entre los que destacan múltiples robos con violencia e intimidación, robos y hurtos de vehículos, falsificación de documentos públicos, delitos contra la salud pública, tenencia ilegal de armas, usurpación de estado civil, así como varios homicidios, entre ellos, el del director de una sucursal bancaria de Valencia en 1982.

Fresneda aseguró que se trataba de un grupo "muy activo, peligroso y altamente especializado", que preparaba "minuciosamente" las acciones.