"La comunidad internacional no reaccionó hasta que el ébola saltó las fronteras del Primer Mundo", manifestó Rubén Pérez-Langa, técnico de cooperación de la ONG Médicos del Mundo, en la charla informativa que tuvo lugar en el Centro Cultural de Moreda, con la colaboración del Club LA NUEVA ESPAÑA de las Cuencas.

Abrió el acto Azucena Esteban, presidenta de la sede autonómica, que expuso que "Médicos del Mundo tiene como fin la defensa del derecho a la salud en todo el mundo" destacando que su organización se enfrenta a epidemias diversas, como puede ser la malaria o el dengue, "que producen más muertos que el ébola".

El peso de la exposición corrió a cargo de Pérez-Langa, cooperante que permaneció en Sierra Leona durante los momentos más graves de la última epidemia de ébola, y que hizo un relato, con apoyo audiovisual, de la situación a la que tuvieron que enfrentarse, las dificultades del entorno, los recelos de la población local, la falta de higiene, la precariedad de su sistema de salud y el permanente peligro de contagio en un país en el que el 73% de sus habitantes sufre pobreza extrema. "Hubo que romper la desconfianza de la gente, que culpaba al hombre blanco de la enfermedad y que prefería recurrir al chamán que a la medicina occidental. Además, el ébola mató a la mitad del personal sanitario autóctono, con lo cual el servicio de salud de Sierra Leona, de por sí limitado, quedó diezmado y imposibilitado para atender a su población" expuso el cooperante, que lamenta que la ayuda occidental tardó mucho en llegar. "La movilización, los fondos y los medios llegaron cuando la epidemia ya estaba en su cénit".

El despliegue realizado gracias principalmente a la ayuda de Estados Unidos y el Reino Unido, la intervención sobre el terreno de varias ONG y la construcción de centros de salud y áreas de aislamiento, favoreció el acercamiento de los tratamientos a la población infectada o en riesgo de contraer y propagar la infección. "El ébola, sin tratamiento, es mortal al 90%. Con nuestra intervención, esa tasa se redujo hasta casi la mitad" dijo Pérez-Langa, que denuncia que "desde que se levantó la alerta epidémica hace un año, advertimos que las promesas de inversión en la reconstrucción del sistema de salud de Sierra Leona se han olvidado. Porque las consecuencias de la epidemia siguen presentes".

Desde Médicos del Mundo se advierte de que el virus del ébola sigue presente en las zonas selváticas de África occidental y que un nuevo brote es posible en cualquier momento (se han producido 25 brotes en los últimos 40 años). "Lo único positivo del último brote es que, al haber afectado al mundo desarrollado, se está invirtiendo en investigación. De hecho, creo que la vacuna contra el ébola no está lejana". Concluyó Pérez-Langa.