Dos buenas jugadas de estrategia del Mutilvera condenaron al Caudal Deportivo y relanzaron al conjunto navarro, que venía de perder sus cinco últimos partidos. Los de Iván Ania no lograron encadenar su tercera victoria consecutiva y cayeron en un partido en el que fueron superiores, aunque predominó el juego directo, y que finalmente se decidió en dos jugadas a balón parado.

Llegaba el equipo mierense a Mutilnova en una buena dinámica tras ganar al Izarra y al Guijuelo para enfrentarse a un conjunto navarro cuya necesidad se hizo palpable desde el mismo pitido inicial. El Mutilvera arrancó potente, directo al ataque, y ya en el segundo 30 de juego marcó un gol que fue anulado por considerar el árbitro que Dani Ederra se había acomodado el balón con la mano antes del lanzamiento.

El partido se debatía entre imprecisiones, nervios e intensidad cuando Eztieder, con un potente chute de una falta directa que él mismo había sufrido y en el que poco pudo hacer Bussmann, adelantaba a los locales. El tanto llegó en un momento en el que el Caudal estaba yendo de menos a más, y esta dinámica continuó pese al mazazo en el marcador. Javi Sánchez certificó el dominio del Caudal y puso la igualada en el 36 tras un polémico fuera de juego local que encendió a la grada. La tensión fue en aumento, en parte por lo igualado del choque y en parte también por la permisividad de un árbitro al que se le descontroló el partido por momentos.

La segunda parte continuó en la misma línea, con mucha intensidad, juego intenso y poca elaboración. Y eso perjudicó al Caudal, que evidenció que sufre cuando el balón vuela más que rueda por el césped. Aunque Jaime y Roni -que disputó un gran encuentro y amargó por completo a su marcador, Morillas- dispusieron de ocasiones, el Mutilvera se fue encontrando más cómodo en esa línea de poco fútbol y lo aprovechó.

Fue de nuevo Eztieder quien adelantó al equipo blanquillo. Y de nuevo lo hizo aprovechando una jugada a balón parado cuando el reloj señalaba el minuto 69. Duro golpe para el conjunto de Ania, que aunque movió el banquillo para refrescar el ataque y generó otro par de ocasiones, no llegó a encontrarse cómodo ante una escuadra local que supo salvaguardar bien su renta y que toma oxígeno tras cinco derrotas consecutivas.