La asociación cultural Norte Joven Mieres pone en valor el hecho de que todo el mundo tiene derecho a una segunda oportunidad. Su objetivo se centra sobre todo en los jóvenes que han abandonado la formación reglada, para lograr que tengan una oportunidad de conseguir un empleo. Norte Joven, fundada por el abuelo del actual Conde de Mieres, Manuel Loring y Díaz de Bustamante, hace 22 años que no cesa en su objetivo, y con buenos resultados

Cuenta Pilar Manero, directora de la asociación, que por el centro pasarán este año casi 200 chavales. Sus instalaciones, en la antigua estación de Renfe de Mieres (cedidas por el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, Adif), están preparadas para ofrecer una completa formación. Pueden ofrecer clases de certificación profesional en carpintería y soldaduría, también en administrativo y nuevas tecnologías. Asimismo, su labor no se centra únicamente en la formación, "sino que hacemos un trabajo de seguimiento y apoyo, hasta que no encuentran un trabajo, no paramos".

Junto a las clases prácticas, también introducen otro tipo de sesiones que ayudan a los futuros trabajadores, con el emponderamiento personal, el "coaching" que está tan de moda últimamente, y que les prepara para enfrentarse a aspectos como una entrevista personal. "También queremos ayudarles a quitarse la timidez o hablar en público, así como a conocer sus derechos y obligaciones laborales", explica María Pérez, una de las profesoras. Los alumnos, por su parte, se muestran "encantados" con los programas. Este es el caso de Paulino Chacón, quien destacó que esta formación "nos ayuda mucho para conseguir un trabajo y hacer entrevistas".

Además de la labor de formación, Norte Joven Mieres también tiene otras funciones. "Trabajamos con empresas para impulsar la responsabilidad social corporativa, y también somos muy activos con los programas de voluntariado", apunta Manero. La ayuda a los inmigrantes también se encuentra dentro del listado de labores de la entidad, que trabaja gracias a la ayuda de los que considera como sus "clientes", entre ellos las administraciones públicas y fundaciones. "Estamos muy agradecidos al Principado, porque nos apoya en todo lo que puede, también contamos con un soporte muy grande a través de la Obra Social de La Caixa".

La asociación nació en el año 1995 y ha ido cambiando de sede a lo largo de los años. Primero, en unos locales del Ayuntamiento, para acabar en la antigua estación de Renfe.