Las buenas noticias que se barruntaban para los esquiadores a comienzos de mes se han diluido al mismo ritmo que la nieve que había cubierto las montañas asturianas. Las estaciones de Valgrande-Pajares y Fuentes de Invierno deberían estar iniciando hoy la temporada de esquí según el calendario previsto, pero ambas instalaciones están cerradas. Y su apertura no parece que vaya a ser inminente. Las previsiones meteorológicas no atisban un solo copo de nieve a quince días vista. Durante las próximas jornadas, al menos hasta el día 5, los partes apenas prevén algunas gotas de lluvia para el próximo sábado.

Aunque una previsión tan a largo plazo puede variar fácilmente, lo cierto es que este otoño camino del invierno recuerda bastante a lo sucedido en el pasado 2015: una gran nevada a principios de noviembre, que incluso provocó dificultades en las comunicaciones, y después una subida de temperaturas y llegada de lluvia que dio al traste con las opciones de abrir la temporada cuando estaba previsto. Este curso, a falta de una nevada, han caído dos, la última hace apenas una semana. Sin embargo, no han sido suficientes para alcanzar los espesores adecuados para que la temporada de esquí se pueda iniciar.

Ahora, el futuro pinta más negro que blanco, al menos en las próximas semanas. Los partes especializados en las estaciones de esquí no ven precipitaciones en los próximos días y los generales de meteorología en dos semanas. Significa que solamente un improbable milagro permitiría a Pajares y a Fuentes de Invierno abrir para el puente de la Constitución.