La festividad minera de Santa Bárbara vivió ayer uno de los actos más emblemáticos con la entrega de las medallas a más de medio centenar de trabajadores de Hunosa por sus años de servicio en la empresa. Un evento que la presidenta de la hullera, María Teresa Mallada, aprovechó para desvelar algunos planes de futuro de la compañía, como el de formar la división "Hunosa Energía", que englobe todos los negocios energéticos "rentables" de la empresa estatal. También aprovechó para poner como ejemplo, "para Asturias y para España", el modelo de diálogo entre Hunosa y los sindicatos, donde, dijo, "somos capaces de convertir las discusiones altamente emocionales y, en ocasiones, incluso demasiado vehementes, en acuerdos racionales".
Durante su discurso, Mallada hizo un repaso al plan de empresa de Hunosa, y aseguró que "puede decirse que el pacto suscrito entre la dirección de la empresa y los representantes de los trabajadores está registrando un alto grado de cumplimiento". Reconoció que hay retrasos sobre lo previsto, pero aseguró que su voluntad y la de la SEPI (accionista mayoritario de la empresa) "es la de ponernos al día y tratar de llevar a buen término todo lo acordado".
Respecto al futuro de la minería pública, la presidenta indicó que "contamos con una empresa con un presente asegurado, con un amplio nicho de trabajo para los próximos dos años y con condiciones para sentar las bases de nuevas labores", dejando abierto un posible futuro más allá de 2018. Habló también de la división de postminería, la que se llamó "Hunosa Verde", de la que dijo "explora por sí misma la recuperación de escombreras, la rehabilitación de espacios degradados o la recuperación y aprovechamiento de nuestro patrimonio". Mallada ligó a la reactivación los compromisos en diversificación de la empresa. E indicó que podría haber, "en un futuro cercano la 'Hunosa Energía', división que englobara nuestras actividades energéticas rentables". La empresa explota ahora biomasa y geotermia, además de explorar otros nichos energéticos.
Durante el discurso, Mallada insistió varias veces en la idea de que el modelo de diálogo con los sindicatos ha de ser copiado por otras administraciones. "Somos capaces de convertir las discusiones altamente emocionales en acuerdos racionales y es un buen modelo a tener en cuenta para que todos podamos empezar a tener la conversación sincera que nuestra sociedad necesita".
La empresa entregó medallas a medio centenar de trabajadores, que entre todos sumaban "más de mil años de servicio", en Hunosa. Un servicio que María Teresa Mallada lleva prestando como presidenta de la compañía durante los últimos cinco años y que aún no sabe si mantendrá con el nuevo Gobierno.
Tras los protocolarios discursos tuvo lugar la entrega de medallas a los trabajadores, uno de los momentos más emocionantes fue el dedicado al recuerdo de Olegario Díaz Pérez, dirigente del SOMA fallecido a los 45 años el pasado mes de mayo a causa de un infarto, y que ayer tenía que haber estado junto a sus compañeros recibiendo el homenaje por parte de Hunosa. Fue su viuda, María de los Ángeles Menéndez Souto, la que recibió la medalla y la que se llevó una cálida ovación de todos los asistentes al salón de actos al campus universitario de Mieres.
