Dolor de cabeza, fiebre alta, lengua "de fresa" (hinchada y blancuzca con puntos blancos), escamación en las palmas de las manos y las plantas de los pies y un sarpullido que cubre todo el cuerpo. Son los síntomas de la escarlatina, una enfermedad que repunta estas semanas en la comarca tras años de prevalencia prácticamente nula. El colegio Prau Llerón-Clarín de Mieres ha registrado tres casos, según la comunidad educativa, en las últimas dos semanas. Es por eso que la dirección del centro ha enviado cartas a los padres para que acudan al médico si aparecen los primeros síntomas. La enfermedad se cura con antibióticos. El tratamiento, si se ha detectado pronto, no dura más de una semana.

El repunte de la escarlatina -que, matizan los sanitarios, aún no puede considerarse un brote de la enfermedad- se ha registrado en los servicios de pediatría del área sanitaria del Caudal (conocida como área sanitaria VII). También en las consultas privadas, como en la del reputado pediatra Germán Rodríguez. El doctor, que ha desarrollado prácticamente la totalidad de su carrera en Mieres, ha diagnosticado varios casos de escarlatina este mes. El último, aseguró ayer, hace sólo dos días.

La enfermedad tiene especial incidencia entre los niños menores de diez años. Está ocasionada por bacterias (estreptococos del Grupo A). Son las mismas que provocan la faringitis estroptocócica. El primer caso en un centro escolar de Mieres se diagnosticó hace dos semanas. La dirección de la escuela prefiere no hacer declaraciones, pero los padres consultados por este diario llaman a la tranquilidad: "Es una enfermedad con fácil curación y, además, no podemos meter a los niños en una burbuja". La escuela, siguiendo su protocolo de actuación, puso en conocimiento de las familias la aparición de la enfermedad en el centro y pidió atención a los padres para que lleven a los pequeños al médico si aparecen los síntomas.

Germán Rodríguez aplaudió ayer esta actuación: "Es lo mejor que se puede hacer ante un repunte de la escarlatina". Y es que la enfermedad "se contagia muy rápidamente", por lo que la prevención es muy difícil. Tampoco hay vacuna para esta dolencia, que estuvo "prácticamente erradicada durante muchos años". De hecho, según fuentes sanitarias, el protocolo exige que todos los casos diagnosticados de escarlatina se pongan en conocimiento de la autoridad sanitaria.

El diagnóstico temprano es "imprescindible" para que la recuperación sea rápida. Germán Rodríguez destacó que "el método de diagnóstico más fiable es el que permite detectar las bacterias (estreptococos del Grupo A) que causan la enfermedad". Un método que él tiene en su consulta y que, según explicó, "debería haber en todos los servicios pediátricos de Asturias".

Una vez detectada la enfermedad, el tratamiento es sencillo. Los doctores recetan penicilina oral: "Es el antibiótico más efectivo para esta enfermedad y permite un suministro que no ocasiona ningún dolor al niño", señaló Germán Rodríguez. En principio, si la enfermedad se detecta a tiempo, es suficiente con una semana de tratamiento. Los pequeños tienen que dejar de ir a clase cuando aparezcan los primeros síntomas y no se recomienda su vuelta hasta que se encuentren bien y el tratamiento ya esté avanzado. La única medida preventiva, aunque no garantiza frenar el contagio, es incrementar la higiene de las manos.