San Pedro y Vega de Arriba son los dos grandes barrios que establecen los límites del casco urbano de Mieres. Son además los circuitos que canalizan el tráfico de entrada y salida a la ciudad desde la Autovía Oviedo-Campomanes (A-66). Los vecinos, tras años sometidos a unos intensos y crecientes niveles de circulación, reclaman que el Ayuntamiento aborde finalmente la reorganización vial que lleva pendiente de desarrollo desde hace más de una década, cuando la inauguración del campus y la concentración de equipamientos en el sur de la ciudad alteró los viejos flujos.

Las asociaciones de vecinos de San Pedro y Vega de Arriba sostienen que Mieres no debería seguir posponiendo el diseño de un nuevo tejido circulatorio. "Hace tiempo que la zona sur de la ciudad se ha convertido en la salida natural hacia la autovía -además de conectar con Santullano, Ujo y Turón- y no se han adoptado medidas para mitigar los efectos del tráfico", señala José Manuel González, presidente de la asociación de Vecinos de Vega de Arriba. Este barrio ve cada día como la avenida del campus de Barredo se colapsa en las horas punta debido a un intenso tránsito de vehículos. En ocasiones las retenciones se prolongan lo largo de toda la recta que integra la calle Gonzalo Gutiérrez Quirós, de casi medio kilómetro de longitud. "Posiblemente sería necesario establecer una doble dirección en Valeriano Miranda, lo que agilizaría la circulación y daría mayor flexibilidad de rutas", sostiene González. Otros portavoces del barrio recuerdan que en su momento se planteó desdoblar la avenida del campus aprovechando el "abundante espacio que existe".

En el sur del casco urbano se ha producido en los últimos años un notable aumento del tráfico, intensificado aún más tras la apertura del nuevo hospital en Santullano. Sin embargo, en la zona norte no han detectado un descenso de la densidad circulatoria. "Hace tiempo que es necesaria una profunda reorganización vial", indica Adauto Moro, de la asociación de vecinos de San Pedro. La Avenida de Méjico sigue siendo una de las arterias de Mieres más sobrecargadas. Además, los terrenos del viejo cuartel de la Guardia Civil, ya demolido, centralizan un circuito rotatorio que los conductores perciben como muy peligroso. "Las salidas y entradas a la Avenido de Méjico están más planteadas y el riesgo de accidentes es alto debido a que este entramado confunde a muchos usuarios", apunta Moro. Además, la junta vecinal de San Pedro también reclama al Ayuntamiento que instale una glorieta en la conexión de la Avenida de Méjico con Numa Guilhou para facilitar el tránsito hacia La Peña, el centro de la ciudad y los aparcamientos de Oñón. Esta propuesta, al menos, ya está en la agenda municipal y la actuación está incluida en el proyecto de construcción del nuevo aparcamiento de Oñón.