El polígono industrial de San Mamés (San Martín del Rey Aurelio), un fantasma desde finales de 2013 por el cierre de las dos empresas que lo ocupaban en su totalidad (Ornalux y Alacena Cocinas) empieza a recuperar actividad. Y es que una empresa afincada en San Martín desde 1998, como es HG Poliéster, ha comprado la antigua nave y los terrenos que pertenecían a Alacena Cocinas. Lo hace con ánimo de "poder atender todos nuestros trabajos", ya que en los últimos tiempos, debido a la falta de espacio en sus talleres, "habíamos perdido pedidos".
HG Poliéster es una empresa dedicada a la fabricación de depósitos, contenedores, fosas sépticas y recubrimientos, todo ello hecho a base de fibra de vidrio. También desarrolla carrocerías de microbuses para la empresa Ferqui, que fabrica este tipo de vehículos en Noreña y en Turquía. Juan Enrique González, uno de los gerentes de la empresa, explicaba ayer que la compañía tiene una nave en el polígono de La Central (El Entrego) y ocupa una tercera parte de otra nave (la de El Rebecu) en el polígono de La Florida, en Sotrondio. Estos espacios de fabricación, con unos 2.000 metros cuadrados, "se nos habían quedado pequeños".
La antigua nave de Alacena Cocinas en el polígono de San Mamés cuenta con 6.000 metros cuadrados, a los que hay que añadir otros 700 metros de oficinas y zona de administración. Toda la parcela tiene 16.000 metros cuadrados, por lo que las instalaciones son ampliables en caso de necesidad. "Al final", expuso González, "tiramos para delante. Hay cierto riesgo, pero si no lo hacíamos, podíamos perder trabajos, ya nos ha ocurrido por no tener sitio suficiente". La empresa cuenta actualmente con una veintena de trabajadores. Ahora se están realizando tareas de adecuación de la planta, que ya está empezando a ser utilizada por HG Poliéster.
En 2004, la compañía Cocinas Asturianas decidió abrir en el polígono de San Mamés una nueva factoría, bajo el nombre de Alacena Cocinas. Realizaron una inversión de 2,7 millones de euros, de los cuales 1,04 millones eran fondos mineros. La crisis económica, con el desplome del sector de la construcción -el principal cliente de la compañía- provocó que ya en 2009 la fábrica sufriese su primer expediente de regulación de empleo temporal. Afectó a 29 de sus trabajadores en San Martín del Rey Aurelio. Cocinas Asturianas quiso entonces dar una vuelta de tuerca a su compañía, y apostó por enfocar su producción al mueble de bajo coste. Para lograrlo, solicitó un préstamo participativo de 400.000 euros a la Sociedad Regional de Promoción (SRP). Al final, todo fue inútil, y la empresa cerró a finales de 2013.
