La Escuela Politécnica de Mieres despidió ayer a sus alumnos de la promoción de este año en un emotivo acto donde ni siquiera la directora del centro, Asun Cámara, pudo contener las lágrimas. Los estudiantes, procedentes de los grados de Minas, Forestales, Geomática y Civil, contaron en esta ocasión con una madrina de excepción, la ingeniera forestal Graciela Rosal, exalumna y actual responsable de comunicación, diseño e interiorismo de Ikea Asturias. Rosal trató de inspirar a los jóvenes que ayer abandonaban la universidad asegurándoles que "todos tenéis algún talento".

La ceremonia de graduación contó con la presencia del rector de la Universidad de Oviedo, Santiago García Granda, quien no quiso perderse este acontecimiento. El máximo responsable de la entidad académica recibió las alabanzas de Asun Cámara, quien destacó que "apuesta decidida por Mieres". También aludió la directora de la Politécnica los cambios que han llegado en este año, como fueron la puesta en marcha del ansiado máster de Caminos, Canales y Puertos, y la renovación del grado en Geomática. Tampoco obvió la renovación de la directiva del centro con un mensaje de gratitud para los subdirectores que habían dejado su puesto para afrontar nuevos retos. A los alumnos, Cámara les animó a "ser optimistas y perseverantes, porque las cosas se consiguen con mucho esfuerzo".

Además de los graduados, gran parte del protagonismo se lo llevó la madrina. Graciela Rosal explicó cómo había sido su experiencia laboral tras abandonar la universidad y dio a los alumnos algunos consejos. "Se dice que la ingeniería Forestal es el grado de las mil y una salidas, pues no, hay muchas más que no están en la web de la Universidad", destacó. Sin embargo, como apuntó Rosal, hay que convencer a las empresas, "que siempre quieren supermanes y superwomans, es decir, personas que se puedan adaptar a diferentes puestos". La madrina de los graduados destacó que las principales aptitudes que se buscan "son organización de tareas, planificación, resolución de conflictos y trabajo en equipo".

En su caso, Graciela Rosal entró en el gigante sueco de los muebles antes de acabar la carrera. "Empecé a trabajar de vendedora y allí seguí cuando terminé Forestales, pero un día vi que ofertaban una plaza de técnico en medio ambiente, no tenía ni idea de que pudiese encontrar un puesto adaptado a mis estudios dentro de la empresa, pero lo encontré", subrayó. De ahí, comenzó a subir en la compañía y ahora forma parte de la directiva de Ikea en Asturias. Las palabras de la madrina fueron recibidas con aplausos por los presentes. Después, una vez terminados los discursos, comenzó la entrega de diplomas a los graduados. En total, 65 alumnos, quienes subieron al estrado del salón de actos de la escuela en función del grado que estudiaron.