Los arqueólogos que este verano sacaron a la luz un túmulo funerario de 5.000 años de antigüedad en la campa de L'Españal, en La Casilla (San Martín del Rey Aurelio), prevén retomar el próximo año las excavaciones para completar su investigación. Será el paso previo de la restauración del recinto y de su señalización, con la colocación de paneles informativos, para que pueda ser visitado por vecinos y turistas. El Ayuntamiento de San Martín, que lidera la iniciativa, buscará apoyos de administraciones públicas y entidades privadas para conseguir los fondos necesarios que permitan afrontar la campaña.
Así lo explicaron ayer los responsables de la excavación, que ofrecieron una charla en el instituto Virgen de Covadonga de El Entrego dirigida a estudiantes de ESO y Bachillerato. En el acto estuvieron Covadonga Ibáñez, arqueóloga jefe del equipo; Mónica González, doctora en Historia; y Emilio Blanco, ayudante de arqueólogo. El túmulo -descubierto de forma casual, cuando se realizaban unos trabajos de reforestación en la zona- es de principios del tercer milenio antes de Cristo. En su interior se encontraron objetos de piedra de formas geométricas que forman parte de un ajuar funerario de los enterrados del túmulo.
La principal singularidad del hallazgo, en comparación con otros yacimientos similares de la zona norte de España, es que ha pasado desapercibido para los saqueadores, con lo que ha permanecido inalterado para que los arqueólogos desarrollaran su labor. El yacimiento forma parte de una necrópolis megalítica situada en esta zona que incluye el dolmen Mesa de los Moros y otros dos túmulos prácticamente destruidos.
Ruta turística
"Se han hecho varios trabajos para estudiar las piezas halladas, pero hay que completar toda esa labor y continuar con la excavación. Nuestra idea y la del Ayuntamiento es seguir con la excavación el próximo año en una nueva campaña, tras la cual se haría la restauración como proyecto museístico del recinto, en el marco de la ruta turística ligada a los elementos existentes en la zona que pretende impulsar el Consistorio", indicó Ibáñez. La arqueóloga también expuso que el Ayuntamiento quiere, como hizo el pasado verano, liderar la iniciativa, buscando fuentes de financiación externa en otras administraciones públicas y en promotores privados: "Es pronto para decir qué recursos serían necesarios porque primero hay que ver qué nos encontramos y qué tipo de restauración se quiere hacer y qué materiales se emplean. La nueva campaña sería en los meses de primavera o verano".
Ibáñez adelantó que los estudios realizados revelan que el túmulo se asentaba en una zona que previamente había sido boscosa y que fue talada y despejada con la ayuda del fuego para que quedara diáfana. La responsables del equipo también destacó el interés mostrado por los jóvenes estudiantes en la charla. "Se notaba que estaban muy interesados por las claves del trabajo arqueológico y la forma de funcionar en las excavaciones".
