Albino Suárez fue director de la revista "Alto Nalón" durante veinticinco años, tiene en su haber distintos galardones y menciones como el "Urogallo de Bronce" que concede el Centro Asturiano de Madrid o el premio "Camín de Mieres" y es uno de los escritores más prolíficos de Asturias. Este martes estuvo en la Casa de la Juventud de Sotrondio para impartir una conferencia que versó sobre "La canción asturiana en San Martín del Rey Aurelio", un acto promovido por la Asociación Bicentenario de San Martín en colaboración con el Club LA NUEVA ESPAÑA de las Cuencas.

"Albino es un editor, investigador y escritor, y un poeta virtuoso del recuerdo". Así lo expresó el presidente del colectivo organizador, José Ramón Martín Ardines, que enfatizó la formación autodidacta del ponente que "compaginaba su trabajo en la mina con la lectura de Bécquer, Espronceda y Campoamor". Ardines también recordó a los asistentes que mañana viernes, día 23, el Teatro Municipal de El Entrego acogerá el inicio de la XIX Edición del Concurso de Canción Asturiana, organizado por la asociación "Canción y Folklore Valle del Nalón".

Suárez inició su intervención asegurando que "existen tres canciones que son verdaderos hitos de la canción asturiana y que tienen sus raíces en San Martín". Se trata, según manifestó de "Hay una línea trazada", "La Pipiona" y "La Carbonera". Sobre la primera, el conferenciante apuntó que "la línea trazada no se trata de un linde imaginario y hace referencia a un ferrocarril minero y de pasajeros que debía unir San Martín con Gijón y que nunca fue construido". Del mismo modo, explicó que "La Pipiona" estaba situada en el valle de La Hueria de Blimea ya que, según sus palabras "así lo pude comprobar al hablar con varias personas que me confirmaron que perteneció a los Felgueroso". Por otra parte, y respecto al tema "La Carbonera", manifestó que "es una canción histórica que fue compuesta por Faustino Galán, más conocido por Tino el Pitu, y contiene versos de una calidad indescriptible, más propios de un poeta de verdad que bien podrían haber sido inspirados por Alfonso Camín".

Precisamente hablando de versos y calidad, puso de relieve que "en muchas ocasiones se hacen verdaderas barbaridades con las letras, que se vulgarizan y se riman de modo ramplón" y dejó claro que "nuestra canción precisa una expurgación de las letras para evitar que queriendo decir uno se diga otro". Suárez llevó a cabo una vibrante defensa de la canción asturiana, que según sus palabras "es brava y sonora y antaño podía escucharse de monte a monte, incluso contestándose unos cantantes a otros" al tiempo que lamentó que ya no se cante "al alto la lleva". Sin embargo, el escritor se mostró convencido de que "si bien se temía que no hubiese futuro, parece ser que hay arraigo entre los jóvenes, lo que ha de llevarnos a tener esperanza".

Entre el público se encontraban numerosos intérpretes de tonada de San Martín como Jesús Alonso, Pepe Rozada, Álvaro Cortina, Cholín o Gerardo Orviz. Todos ellos, ya en el turno de debate, manifestaron que "mientras haya asturianos habrá canción asturiana" si bien puntualizaron que "falta el sentimiento y se canta de memoria porque ha desaparecido el trabajo en la mina y todo lo que inspiraba a la hora de interpretar". También estuvieron de acuerdo en que "la renovación es necesaria pero no todo ha de darse por bueno" y finalizaron el acto, como no podía ser de otro modo, cantando y dejando patente que la canción asturiana cuenta en San Martín del Rey Aurelio con una "línea" consolidada y brillantemente trazada.