Unas doscientas personas se concentraron esta mañana frente a la entrada del pozo María Luisa, en Ciaño, para protestar por el cierre de la emblemática explotación y reclamar un futuro parta el sector extractivo ante su incierto futuro. Los yacimientos que no sean rentables deberán cerrar en 2018. La movilización fue secundada por IU, Somos, el PCE y el PCPE. Tras la concentración, los asistentes cantaron "Santa Bárbara bendita", la canción convertida en himno de los mineros que ha hecho popular al pozo María Luisa en toda España.

El promotor de la concentración fue José Luis Sánchez Cuenya, secretario de Organización del sindicato de pensionistas de CC OO del Nalón; "Fue una iniciativa impulsada a nivel particular que empezó a sumar apoyos. Queríamos despedirnos de un pozo tan significativo como María Luisa y denunciar la falta de apoyos que tiene el carbón nacional. De los 18 millones de toneladas quemados el pasado año en España sólo tres fueron de mineral nacional".

La concentración contó con la presencia del alcalde de Langreo, Jesús Sánchez. "Con el cierre de María Luisa acaba la minería en Langreo y hay algunos que deben asumir esa realidad porque son los enterradores del sector. Y tienen nombres y apellidos políticos y son el PSOE y el PP. Sus políticas nos han llevado a esta situación. Querían cerrar la minería y hay que reconocer que lo consiguieron".

En la explotación, que al inicio de los años noventa, antes de la reconversión, tenía 1.600 trabajadores, apenas quedan 240. Serán todavía menos (medio centenar aproximadamente), a partir de las próximas semanas, una vez que el yacimiento ha culminado su cierre técnico y ha dejado de sacar carbón después de 158 años de actividad. La mayor parte de la plantilla actual será derivada a los tres pozos de Hunosa que siguen por el momento en funcionamiento.